Si comparamos lo que hacía que los directores generales tuvieran éxito hace tan sólo 10 años con lo que lo hace hoy, notaremos algunos cambios. Ha habido una evolución en las cualidades de los directores generales y en la forma en que los líderes piensan en sus empresas, empleados, comunidades e incluso en sí mismos.

Independientemente de lo que haya impulsado estos cambios, los líderes pueden establecer las condiciones para el éxito en el lugar de trabajo de hoy de 8 maneras.

Advertencia: Muchas de ellas pueden requerir que salga de su zona de confort.

Su propósito es el combustible

Ya nadie quiere trabajar para una empresa que diga que su objetivo número 1 es el «valor para los accionistas». Si bien eso puede haber sido cierto en el pasado, dirigir una empresa hoy en día también tiene que ver con los clientes y los empleados.

Unir a los colegas y las partes interesadas en torno a un propósito claro para energizarlos a trabajar para su negocio. Los empleados quieren hacer algo grande por el mundo y entender cómo contribuyen sus acciones.

Impulsar la cultura en la que cree

Invierta en su cultura como diferenciador para atraer y retener el talento adecuado. Hace diez años, especialmente cuando la economía se tambaleaba, la forma en que muchos ejecutivos hablaban de sus equipos era casi como si la gente no tuviera otras opciones.

Ese ya no es el caso. Los empleados son agentes libres. La encuesta más reciente del Índice de Confianza de CEOs de Vistage muestra que el 56% de los CEOs planean contratar en el próximo año. Con el desempleo en su punto más bajo de la década, encontrar y retener el talento es un desafío crítico. Es más importante que nunca crear una cultura que atraiga al tipo de empleado que impulsará su negocio.

Superar la brecha generacional

Hoy en día, es común que una empresa tenga cinco generaciones en el lugar de trabajo. Tratar de hablar a cada grupo con sus propios atributos es casi imposible. Comunique que su organización valora la colaboración y el respeto, y cada generación asentirá con la cabeza.

Promueva la transparencia y la franqueza

Hoy en día, cualquier reacción a lo que decimos puede aparecer en las redes sociales en cuestión de minutos.

Los líderes deben aceptar esta retroalimentación -buena o mala- porque impulsa la transparencia. Señala dónde deben centrar su atención usted y su organización. Su propia franqueza también aumenta la lealtad y la alineación. Cree un entorno abierto en el que su equipo pueda celebrar los éxitos y aprender juntos de los fracasos.

Abraza la vulnerabilidad como una fortaleza

La vulnerabilidad es ahora una fortaleza sobre la que los líderes quieren ser abiertos. Quieren ser claros sobre sus defectos y sus errores. Esto es importante porque muestra a su equipo (y a su familia) que está tratando de mejorar. Un líder que piense que debe tener todas las respuestas -o que, de lo contrario, parezca débil ante su equipo- no se está preparando para el éxito.

Conozca los detalles de su negocio, pero no se quede atrapado en la maleza

Los altos ejecutivos ya no pueden salirse con la suya limitándose a ser animadores de sus empresas. Dado que usted tiene fácil acceso a los datos sobre cada faceta de su negocio, su junta directiva y su equipo de liderazgo esperan que los utilice. Su familiaridad con los detalles no significa que deba microgestionar.

El papel de un director general de éxito sigue siendo tomar decisiones audaces y estratégicas. Pero los líderes tienen que entender los detalles para proporcionar una orientación relevante y mantenerse al día con la competencia impulsada por los datos.

Desafíe su perspectiva

Rodearse de personas que le presionen para obtener claridad y ofrezcan puntos de vista diferentes es una condición fundamental para el éxito. Esta fuente de retroalimentación debe provenir tanto de los equipos internos como de los compañeros de fuera de la oficina.

Es importante evitar el sesgo de confirmación, situaciones en las que hemos tomado una decisión y empezamos a preguntar a personas que sabemos que estarán de acuerdo con nuestra perspectiva. Tenemos que ser lo suficientemente fuertes para abrir nuestra mente a formas de pensar totalmente diferentes. Los directores generales se posicionan para tener un mejor éxito cuando implementan un proceso para obtener una retroalimentación imparcial de forma regular.

Tomar una decisión

En el entorno actual, la incapacidad de tomar decisiones oportunas y precisas puede costar a la empresa y al líder. Nada acusa más a un líder que cuando no toma decisiones. Una de las grandes cualidades de los directores generales es que pueden ejecutar su plan y luego modificarlo en función de los resultados.

No hay que avergonzarse de tomar una decisión audaz que no funcione como se esperaba, siempre y cuando se aprenda de la experiencia y se sea abierto con el equipo.

Los directores generales que se ven a sí mismos como tomadores de decisiones unilaterales con poca responsabilidad fracasarán en el lugar de trabajo y la economía actuales. Sí, su principal responsabilidad es ser el principal responsable de las decisiones estratégicas.

La responsabilidad recae en usted. Pero los empleados esperan participar activamente en su visión, y las complejidades de un mundo acelerado e impulsado por los datos significan que usted simplemente no puede tomar decisiones eficaces sin la aportación de los demás. Para ser un gran líder hoy en día, tiene que aprender a aceptar esta complejidad, incluso cuando signifique salir de su zona de confort.

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