La película comienza cuando el oficial del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) Dave Brown (Harrelson) patrulla la División Rampart. Brown es un veterano de 24 años del cuerpo, que anteriormente sirvió en la guerra de Vietnam. Mientras entrena a un nuevo oficial, golpea a un sospechoso para encontrar la ubicación de un laboratorio de metanfetamina. Después del trabajo, vuelve a casa con sus dos hijas y sus dos ex mujeres, que también son hermanas (Heche y Nixon). Después de la cena, va a un piano bar donde recoge a una desconocida y tiene una aventura de una noche.
Al día siguiente, Brown es atropellado en su coche patrulla. Cuando el otro conductor intenta huir, Brown le golpea brutalmente, y la agresión es captada por un transeúnte. El vídeo crea otra controversia para la policía de Los Ángeles, que ya está asediada por el reciente escándalo de Rampart. El ayudante del fiscal del distrito (Weaver) insta a Brown a retirarse sin más. Él se niega y expone su defensa. En el transcurso de la película, se revela que aunque Brown suspendió el examen de abogacía, sigue siendo un gran conocedor de la jurisprudencia.
De vuelta al piano bar, Brown recoge a una abogada llamada Linda (Wright), tras determinar primero que no le está vigilando. Más tarde se reúne con el ex-policía Hartshorn (Beatty), quien sugiere que a Brown le han tendido una trampa para distraerle del escándalo. A medida que la policía de Los Ángeles ejerce más presión sobre Brown, éste contrata a un abogado. Poco después, sus ex esposas le piden que abandone sus casas para poder venderlas. Brown se reúne de nuevo con Hartshorn y le menciona su necesidad de dinero en efectivo. Hartshorn le avisa de una partida de cartas de alto riesgo que tendrá lugar esa misma noche en el Crystal Market.
Mientras Brown vigila la partida de cartas, es derribado por dos hombres armados. Brown persigue a los pistoleros, matando a uno de ellos y dejando ir al otro. Luego escenifica la escena para que parezca que le han disparado. Brown se da cuenta de que un vagabundo apodado «General» (Foster) fue testigo de todo desde su silla de ruedas. Mientras se intensifica otra investigación sobre Brown, éste va a un hotel y chantajea al conserje para que le dé una habitación. A continuación, chantajea a un farmacéutico para que le dé un surtido de medicamentos.
Cuando Brown se reúne con Hartshorn para darle una parte del dinero de la partida de cartas, le pregunta por la fuente del chivatazo de Hartshorn sobre la partida. Sospecha que le han vuelto a tender una trampa. Hartshorn se niega a nombrar su fuente. A continuación, Brown se reúne con General en un aparcamiento para asegurarse de que no va a testificar que fue testigo del tiroteo. Al día siguiente, un investigador del fiscal del distrito, Kyle Timkins (Cube), vigila a Brown, que se enfrenta a él. Brown insiste en que no es un racista, sino un misántropo.
Brown se vuelve cada vez más paranoico y dependiente de las drogas a medida que aumenta la presión sobre él. Apunta con una pistola a Hartshorn y le acusa de tenderle una trampa. El anciano se pelea con Brown hasta que le da un ataque al corazón. En lugar de llamar a una ambulancia, Brown lo deja morir. De vuelta al hotel, las dos hijas de Brown le dejan la ropa de la tintorería en su habitación, y él le confiesa a su hija menor que todo lo que ha oído sobre él es cierto.
Brown convoca a Timkins a una reunión y graba una confesión delante de él. Admite que ha sido un policía corrupto y que en 1987 mató a un conocido de negocios. Justificó el asesinato porque sabía que el hombre era un violador en serie, y por eso se libró de la ejecución extrajudicial. Timkins rechaza la confesión, insistiendo en que arrestará a Brown por su último asesinato. La película termina con Brown visitando a su familia y mirando a su hija mayor en el porche delantero antes de desaparecer en la noche.