En 1978, unos trabajadores de servicios públicos que excavaban en Ciudad de México desenterraron un colosal relieve de piedra que representaba una figura inconfundible: la diosa azteca Coyolxauhqui, desnuda, desmembrada y decapitada, tras ser asesinada por su hermano, Huitzilopochtli, el dios del sol y la guerra. Los arqueólogos se dieron cuenta de que la talla debía formar parte del Templo Mayor, el Gran Templo del Imperio Azteca, del que se sabía que se encontraba en algún lugar por debajo del centro de la ciudad, basándose en los relatos de la época colonial y en anteriores proyectos de excavación limitados.
El entorno había disuadido la investigación arqueológica anterior porque las ruinas aztecas estaban enterradas bajo edificios en funcionamiento, algunos erigidos en la época colonial española, protegidos a su vez como monumentos históricos. Sin embargo, el relieve de Coyolxauhqui despertó tal entusiasmo nacional que se permitió a los arqueólogos embarcarse en excavaciones a largo plazo, primero dirigidas por Eduardo Matos Moctezuma, del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.
El gobierno permitió inicialmente que el equipo demoliera 13 edificios de valor histórico limitado. Desde entonces, las excavaciones han continuado a trompicones, en colaboración con proyectos de construcción y mantenimiento. Hoy en día, los restos del templo principal están expuestos para los visitantes, justo en el centro de la ciudad – un Sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
«Es un hermoso y animado escenario mexicano donde tienes la Ciudad de México moderna, la Ciudad de México colonial y también el México precolombino», dice Davíd Carrasco, un estudioso de las religiones mesoamericanas en la Universidad de Harvard. El yacimiento es tan rico que la investigación podría «continuar durante otros 100 años», dice Carrasco, que estudia el templo. A continuación, algunos hallazgos espectaculares recientes.
HECHOS RÁPIDOS
1978: El descubrimiento accidental por parte de trabajadores de servicios públicos da el pistoletazo de salida a las excavaciones modernas.
Periodo de tiempo del yacimiento: 1325-1521, durante el dominio de los mexicas aztecas.
Construido por: Los mexicas, el grupo étnico que gobernó el imperio azteca – a su vez una coalición de pueblos en toda América Central desde mediados de los años 1300 hasta que comenzó la conquista española en 1519.
Localización: La capital azteca de Tenochtitlan, actual Ciudad de México.
Excavaciones dirigidas por: Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.