La fascia plantar es un tejido conectivo en el talón que se extiende a lo largo de la parte inferior del pie. La fascitis plantar se produce cuando el tejido conectivo se inflama, causando dolor en el talón y molestias durante la actividad física. Aunque la afección es completamente tratable, los métodos tradicionales pueden tardar hasta un año en empezar a ser efectivos.
La fascitis plantar está causada por una serie de actividades cotidianas, por lo que entender la afección es importante para manejarla y tratarla. Una de las causas más comunes de la fascitis plantar es correr en exceso, sobre todo con un calzado inadecuado o sin apoyo. El exceso de ejercicio puede hacer que la fascia plantar trabaje y se estire en exceso, lo que puede provocar desgarros en el tejido. Junto con un calzado inadecuado, la pronación, es decir, el giro de los pies hacia dentro, es una causa común de la fascitis plantar. Si no se trata adecuadamente, la fascia plantar se estira en exceso y empieza a desgarrarse, provocando una inflamación.
A pesar de las causas comunes de la fascitis plantar, hay muchas opciones de tratamiento diferentes. Para los casos menos graves, los remedios caseros conservadores incluyen la toma de medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor, la aplicación de compresas de hielo en la planta del pie y el talón, el estiramiento lento y el ejercicio de los pies para volver a fortalecer el tejido y el uso de dispositivos ortopédicos son formas de ayudar a controlar la fascitis plantar.
Para los casos más graves, la terapia de ondas de choque se ha convertido en una solución común para la fascitis plantar. La terapia de ondas de choque puede romper eficazmente el tejido de la planta del pie, lo que facilita la curación y la regeneración. Esto combate el dolor crónico causado por la fascitis plantar. Incluso si esto no funciona, la cirugía es siempre una opción final. Se puede realizar una cirugía en el propio tejido para corregir permanentemente el problema y detener la inflamación y el dolor en los talones.
Sea cual sea el caso, consultar a su podólogo es el primer y mejor paso para la recuperación. Incluso el más mínimo dolor en el talón podría ser la primera etapa de la fascitis plantar. Si los síntomas no se tratan, puede producirse un desgarro y un estiramiento excesivo del tejido. Como el desgarro del tejido puede agravarse si se sigue ignorando, puede evolucionar hasta convertirse en un caso grave. La solución es la detección y el tratamiento tempranos. Hable con su podólogo sobre las posibilidades de la fascitis plantar si está experimentando dolor en el talón.