Por Anna Barden; revisado por Gary Heiting, O.D.

Los bebés mueven los ojos para seguir objetos como los juguetes y las personas que les rodean – esto es una parte normal del desarrollo de la visión en un bebé. Sin embargo, si los ojos de su hijo parecen moverse a un ritmo constante y errático, podría ser un indicador de algo más: nistagmo.

Se calcula que el nistagmo en los bebés se produce en uno de cada 5.000 nacimientos, y suele aparecer entre las 6 semanas y los 6 meses de edad, aunque la afección también puede desarrollarse más tarde en la infancia y en la niñez, debido a otras causas, como traumatismos, cataratas y otras.

Hay dos clasificaciones principales del nistagmo infantil: congénito (presente al nacer o que se produce antes de los 6 meses de edad) y adquirido (que se produce a los 6 meses o más). Dependiendo del desarrollo individual, cada tipo puede aparecer y/o tratarse de forma diferente.

Tipos de nistagmo infantil

Los niños con esta afección suelen experimentar uno de los dos tipos principales de nistagmo: nistagmo de sacudida (los ojos se mueven rápidamente en una dirección, seguido de un movimiento lento en la dirección opuesta) o nistagmo pendular (los ojos se mueven a la misma velocidad en cada dirección).

Hay dos «tipos» de nistagmo congénito: nistagmo con visión anormal y nistagmo con visión normal. Existe una categoría principal para el nistagmo infantil adquirido, aunque puede producirse por diversas razones.

Nistagmo sensorial congénito

El nistagmo sensorial congénito se produce cuando el niño tiene una visión anormal, debido a que algo interfiere en la información visual que llega al cerebro. Se denomina defecto sensorial aferente porque afecta a la información sensorial entrante (en este caso, visual) en su camino hacia el cerebro.

Las causas incluyen cataratas congénitas, problemas con la retina o el nervio óptico y errores de refracción graves.

El nistagmo sensorial congénito suele aparecer alrededor de los 2 o 3 meses de edad y continúa durante toda la vida, según la Academia Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo (AAPOS).

El nistagmo motor congénito

El nistagmo motor congénito es más común que el nistagmo sensorial congénito, dice la AAPOS. Los bebés con nistagmo motor congénito no tienen afecciones subyacentes y experimentan una visión básicamente normal, pero el cerebro carece de un control constante o de habilidades «motoras» en lo que respecta al movimiento de los ojos.

Si un niño muestra síntomas generales de nistagmo en sus primeros meses de desarrollo, debe ser evaluado médicamente para determinar el motivo.

Si las pruebas médicas descartan las afecciones subyacentes asociadas al nistagmo sensorial congénito, y el cerebro y el sistema de visión resultan estar sanos por lo demás, puede determinarse entonces que el niño tiene nistagmo motor congénito.

Nistagmo infantil adquirido

El nistagmo adquirido en los bebés se produce al menos varios meses después del nacimiento, y algunos casos se presentan ya a los 6 meses de edad. Las causas del nistagmo infantil adquirido son diversas, desde traumatismos oculares y craneales hasta anomalías cerebrales e incluso reacciones a determinados medicamentos.

La forma más eficaz de determinar la causa subyacente del nistagmo infantil adquirido es mediante pruebas médicas, incluyendo análisis de sangre y/o una resonancia magnética.

Síntomas del nistagmo infantil

¿Qué aspecto tiene el nistagmo en los bebés? El principal síntoma que podría indicar nistagmo en un bebé es el movimiento espasmódico o aleatorio de los ojos.

Es importante tener en cuenta que la frecuencia e intensidad de estos movimientos puede variar en cada bebé individual, y los movimientos suelen estar ausentes cuando el bebé está dormido.

Además de los ojos en constante movimiento o sacudidas, algunos síntomas clave del nistagmo infantil pueden ser:

  • Mantener la cabeza en posición inclinada

  • Sensibilidad a la luz

  • Dificultad para utilizar los ojos para seguir un objeto

Algunos síntomas de nistagmo pueden no aparecer hasta varios meses después del desarrollo infantil. Si los síntomas aparecen después de la infancia, podría ser el resultado de una condición subyacente.

Causas del nistagmo infantil

El nistagmo en los bebés puede ser congénito (se produce al nacer) o adquirido, aunque el nistagmo congénito se produce con más frecuencia que el adquirido

El nistagmo congénito se produce generalmente de forma esporádica en los bebés, pero se sabe que varios miembros de la misma familia comparten la afección, y algunos estudios han podido relacionar la afección con la genética.

Algunas de las afecciones más destacadas que pueden asociarse con el nistagmo en los bebés incluyen:

  • Traumatismo ocular o craneal

  • Desarrollo cerebral u ocular inadecuado

  • Cataratas

  • .

  • Albinismo

  • Aniridia

  • Estrabismo

  • Síndrome de alcoholismo fetal

  • Deficiencia de vitaminas

  • Error de refracción grave

  • Reacciones a ciertos medicamentos

  • Amblyopia

  • .

  • Coloboma de retina

  • Hipoplasia del nervio óptico

  • Ataque (raro)

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Diagnóstico del nistagmo infantil

¿Cuándo se diagnostica el nistagmo en los bebés? Aunque los casos de nistagmo infantil suelen considerarse congénitos (presentes al nacer), normalmente no se diagnostican en el momento del nacimiento. Lo más frecuente es que el nistagmo congénito se diagnostique entre las 6 semanas y los 6 meses de edad.

Dependiendo del grado de los síntomas y de la edad en que empiezan a manifestarse, un oftalmólogo puede recomendar pruebas más allá de un examen ocular completo, como un análisis de sangre o una resonancia magnética cerebral. Esto ayudará al médico a investigar más a fondo la causa del nistagmo y la gravedad de cualquier causa subyacente que pueda estar presente.

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Tratamiento del nistagmo infantil

¿Cómo se trata el nistagmo en los bebés? El tratamiento puede variar en función del tipo de nistagmo que se diagnostique. Si el nistagmo se debe a un error de refracción, se pueden prescribir lentes correctoras para su hijo pequeño. La terapia visual también puede ser útil.

Si el nistagmo se debe a una afección subyacente grave, el tratamiento se reserva principalmente para dicha afección, y variará en consecuencia.

El tratamiento quirúrgico es posible en circunstancias en las que la inclinación de la cabeza ha perjudicado gravemente al niño, o para otras afecciones importantes.

En cualquier caso, lo mejor es consultar a un profesional de la salud ocular para confirmar un diagnóstico y determinar cuáles son las mejores opciones de tratamiento para su hijo. Los niños deben someterse a su primer examen oftalmológico completo a los 6 meses de edad, pero si existen afecciones como el nistagmo, puede ser necesario evaluar la visión antes.

Página actualizada en septiembre de 2020

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