¿Qué es la enfermedad de Crohn?
Hace cien años, antes de que la enfermedad de Crohn tuviera un nombre, los médicos la descartaban como una enfermedad intratable o posiblemente un tumor. Los médicos no sabían que el sistema inmunológico de los pacientes, las armas para combatir la enfermedad, atacaba su propio tracto digestivo.
En las personas que padecen la enfermedad de Crohn, los tejidos profundos del revestimiento del sistema digestivo se inflaman. La inflamación suele comenzar en el colon o en la parte inferior del intestino delgado, pero puede producirse en cualquier parte del tubo digestivo, incluyendo el ano, el estómago, el esófago e incluso la boca.
La enfermedad de Crohn es muy similar a otra afección llamada colitis ulcerosa, tan similar que no siempre es posible distinguirlas. Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa suelen denominarse enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
Aunque la cura de la enfermedad de Crohn sigue siendo un misterio, el tratamiento no lo es. Hoy en día, con el arsenal de defensas adecuado, los pacientes con la enfermedad no sólo sobreviven, sino que prosperan.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Crohn?
En las primeras fases, los síntomas más comunes de la enfermedad de Crohn son diarrea frecuente, dolor abdominal tipo cólico, fiebre y pérdida de apetito. Dado que la enfermedad puede provocar hemorragias internas, las heces pueden ser negras o teñidas de sangre. Los niños con enfermedad de Crohn pueden no tener ningún problema gastrointestinal. En cambio, sus principales síntomas pueden ser inflamación de las articulaciones, fiebre, anemia o crecimiento lento.
La enfermedad de Crohn tiende a ser un mal de vez en cuando. Después de un ataque de síntomas, puede pasar semanas, meses o incluso años sin más problemas. Por desgracia, no hay forma de predecir cuándo volverán los síntomas.
¿Qué causa la enfermedad de Crohn?
Nadie lo sabe con seguridad, pero la enfermedad de Crohn parece estar causada por un sistema inmunitario hiperactivo. Cuando los virus o las bacterias invaden el tracto digestivo, el cuerpo libera potentes anticuerpos para repeler el ataque. En las personas que padecen la enfermedad de Crohn, es posible que estos anticuerpos no den en el blanco y ataquen el sistema digestivo en su lugar.
Esta teoría recibió un gran impulso en torno al milenio, cuando los investigadores anunciaron el descubrimiento de un gen defectuoso que podría contribuir a la enfermedad. Las versiones normales del gen ayudan a los intestinos a combatir las infecciones bacterianas. Sin embargo, una versión dañada puede aumentar considerablemente el riesgo de padecer la enfermedad de Crohn. Desde ese descubrimiento, se han identificado aún más genes asociados a la enfermedad de Crohn, lo que eleva el número a más de treinta.
Contrariamente a la creencia común, el estrés emocional no causa la enfermedad de Crohn (o, para el caso, la colitis ulcerosa). Sin embargo, muchos pacientes afirman que sus síntomas tienden a agudizarse durante los momentos difíciles de su vida.
Hay otros factores que pueden contribuir a provocar ataques o a empeorar los síntomas de la enfermedad de Crohn, como las infecciones de las vías respiratorias superiores, el uso de aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los cigarrillos. Algunos pacientes consideran que el alcohol, los productos lácteos, los alimentos picantes y las verduras crudas también pueden causar problemas.
¿Quién tiene riesgo de padecer la enfermedad de Crohn?
La enfermedad de Crohn puede afectar a personas de cualquier edad, desde niños pequeños hasta ancianos, pero es más frecuente que aparezca en personas de 20 años. Es igualmente común en hombres y mujeres. Como cabe esperar de una enfermedad vinculada a genes defectuosos, la enfermedad de Crohn suele ser hereditaria. De hecho, si uno de sus hermanos tiene la enfermedad, su riesgo se multiplica por más de 35.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
La enfermedad de Crohn rara vez es mortal, pero puede dar lugar a complicaciones que la convierten en una grave amenaza para la salud. Por un lado, los intestinos inflamados no pueden absorber el agua y los nutrientes tan bien como deberían. Si no se tiene cuidado, es fácil que se produzca una deshidratación grave o un déficit de proteínas, potasio, calcio y otros nutrientes vitales. Una escasez de nutrientes puede desencadenar una cascada de otros problemas; por ejemplo, la falta de calcio puede hacerle especialmente vulnerable a la osteoporosis.
Si no se trata, la enfermedad puede causar graves daños en los intestinos y otros órganos. A menudo, los intestinos quedan bloqueados por el tejido cicatrizado, lo que provoca fuertes calambres y vómitos. El revestimiento inflamado puede infectarse, provocando llagas llenas de pus llamadas abscesos. También pueden aparecer llagas que atraviesan la pared intestinal y penetran en partes adyacentes del intestino u otros tejidos. Esto da lugar a túneles anormales o «fístulas». Algunas fístulas llegan hasta la superficie de la piel, especialmente alrededor del ano.
Si la enfermedad de Crohn afecta a su colon, tiene un riesgo mayor de lo normal de padecer cáncer de colon. Cuanto más tiempo haya tenido la enfermedad de Crohn, mayor será el peligro. Su médico querrá realizar colonoscopias periódicas u otros exámenes para comprobar si hay signos tempranos de cáncer.
Algunas personas con la enfermedad de Crohn también tienen otras afecciones relacionadas con un sistema inmunitario hiperactivo. Cuando sus síntomas gastrointestinales se agudizan, pueden desarrollar artritis en las articulaciones, inflamación en el blanco de los ojos, llagas en la boca y llagas azuladas y llenas de pus en la piel. La inflamación dolorosa asociada a la enfermedad de Crohn puede aparecer en otras partes del cuerpo, como la columna vertebral (espondilitis anquilosante), las articulaciones pélvicas (sacroileítis), los ojos (uveítis) o los conductos biliares (colangitis esclerosante primaria).
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Crohn?
Si su médico sospecha que tiene la enfermedad de Crohn, puede realizarle análisis de sangre para comprobar si hay anemia (un posible signo de hemorragia interna) o un aumento de los glóbulos blancos (un signo de inflamación). Para confirmar el diagnóstico, su médico tendrá que examinar de cerca su sistema digestivo con una radiografía de bario o un endoscopio. Las pruebas de bario son especialmente útiles para rastrear la enfermedad de Crohn en el intestino delgado y el tracto digestivo superior. Si la enfermedad parece estar afectando a su colon, su médico probablemente querrá realizar una colonoscopia (un procedimiento médico en el que se introduce un tubo con una luz y una cámara diminuta en el colon del paciente para ver el tracto intestinal).
¿Cómo se trata la enfermedad de Crohn?
Se necesita un esfuerzo de equipo para controlar la enfermedad de Crohn. Su médico puede recetar medicamentos para frenar la enfermedad y aliviar los síntomas, pero usted también puede poner de su parte para mantenerse sano.
El tratamiento suele comenzar con medicamentos orales que controlan la inflamación. Si tiene un caso leve o moderado, la sulfasalazina (Azulfidine) es una buena primera opción. Si es alérgico a las sulfas o experimenta efectos secundarios como dolor de cabeza y náuseas, la mesalamina (Pentasa) puede ser un sustituto eficaz. El antibiótico metronidazol (Flagyl) es otra opción, especialmente si la enfermedad afecta al colon. Algunos pacientes han sufrido efectos secundarios, como debilidad o dolor en los músculos, cuando han tomado metronidazol durante más de unas semanas; informe a su médico si experimenta estos efectos secundarios.
Si estos medicamentos no son suficientes para controlar la enfermedad, puede necesitar corticosteroides potentes, como la prednisona. Estos fármacos le harán sentirse mejor, pero grandes dosis pueden acabar causando daños en las articulaciones, acné, cambios de humor y otros efectos secundarios graves. Si su médico le receta un corticosteroide, probablemente empezará a reducir la dosis de forma constante en cuanto sus síntomas mejoren. La FDA ha aprobado un tratamiento con esteroides, la budesonida (Entocort EC), para aliviar los síntomas de los casos leves a moderados de la enfermedad de Crohn, aunque también puede producir efectos secundarios como dolor de cabeza, infección respiratoria y náuseas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado una clase de fármacos llamados biológicos para el tratamiento de la enfermedad de Crohn de moderada a grave. Los fármacos biológicos actúan bloqueando un compuesto que provoca la inflamación. Infliximab (Remicade), fabricado por Centacor, es uno de estos fármacos, y los estudios demuestran que una sola inyección puede mejorar los síntomas en hasta el 82% de los pacientes. Sin embargo, Centacor, junto con la FDA, ha advertido a los profesionales sanitarios de que algunos pacientes tratados con Remicade han contraído tuberculosis y otras infecciones oportunistas graves, como la neumocistosis.
Según la advertencia sanitaria, los pacientes deben ser evaluados para detectar la tuberculosis con una prueba cutánea antes del tratamiento con Remicade. Centocor, que ha añadido una advertencia en forma de recuadro a la etiqueta del producto, también ha advertido que Remicade no debe ser utilizado por personas con insuficiencia cardíaca congestiva. Remicade también puede aumentar el riesgo de trastornos sanguíneos o del sistema nervioso potencialmente mortales. Si está tomando Remicade y tiene alguna pregunta sobre las advertencias, póngase en contacto con su médico, llame a la línea de consultas de los consumidores de la FDA (1-888-463-6332) o llame a Centocor (1-800-457-6399). Puede pedir a su médico que le cambie a un tratamiento con menos efectos secundarios graves.
La FDA también ha aprobado el fármaco certolizumab pegol (Cimzia) para el tratamiento de adultos con enfermedad de Crohn de moderada a grave que no han respondido a otras terapias. Cimzia se administra en forma de inyección y, al igual que Remicade, puede tener efectos secundarios potencialmente graves, por lo que será vigilado de cerca por su médico.
Natalizumab (Tysabri), que suele recetarse para tratar casos avanzados de esclerosis múltiple, puede utilizarse ahora para tratar la enfermedad de Crohn en determinados pacientes. Si su médico le prescribe este fármaco, debe inscribirse en un programa de minimización de riesgos para ayudar a prevenir los efectos secundarios.
Además, el adalimumab (Humira) está aprobado para el tratamiento de la enfermedad de Crohn de moderada a grave en adultos cuya afección no ha mejorado con las terapias estándar.
Los casos más graves de la enfermedad de Crohn pueden enviar a una persona al hospital. Si la diarrea intensa le ha dejado desnutrido y deshidratado, puede necesitar líquidos intravenosos. Si los medicamentos ya no surten efecto, puede que incluso sea necesario extirpar quirúrgicamente una sección de los intestinos o el recto, sobre todo si se pierden grandes cantidades de sangre, si las llagas han atravesado la pared intestinal o si hay una obstrucción. Por desgracia, la cirugía no cura la enfermedad de Crohn. Con el tiempo, la inflamación suele reaparecer.
¿Existen terapias con menos efectos secundarios?
Recientemente los investigadores han empezado a estudiar el uso de nanopartículas de jengibre para tratar la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Crearon las nanopartículas a partir de jengibre crudo comprado en un mercado agrícola local, mezclado en una licuadora y luego puesto en una centrifugadora de alta velocidad. En experimentos con ratones, las nanopartículas de jengibre repararon el revestimiento del colon ayudando a las células que lo recubren a sobrevivir y proliferar, según un estudio publicado en Biomaterials. Este tratamiento aún no está en el mercado, pero hay que estar atentos: No sólo fue eficaz en ratones, sino que no fue tóxico.
¿Qué puedo hacer con la enfermedad de Crohn?
Obtener el tratamiento médico adecuado es sólo una parte de la batalla. También debe hablar con su médico sobre la dieta y otros cambios en el estilo de vida que pueden acelerar su recuperación. Muchos pacientes descubren que sus síntomas mejoran cuando beben mucho líquido, cambian a una dieta baja en fibra (esto significa quitar la piel a las frutas y verduras y limitar el consumo de alimentos como las judías y el salvado de trigo), evitan la comida picante y no consumen mucho alcohol. Con la orientación de su médico, es posible que también necesite tomar suplementos de hierro, vitamina B12, ácido fólico u otras vitaminas y minerales para reemplazar los que se pierden por la diarrea. (Su médico también puede tener recomendaciones adicionales.)
Por último, debe cuidarse. Asegúrese de comer alimentos nutritivos, descansar mucho, reducir el estrés y evitar los cigarrillos. Esto no sólo le ayudará con la enfermedad de Crohn, sino que también mejorará su salud en general.
Más recursos
Fundación de la Colitis de Crohn& de América Inc.
386 Park Avenue South, 17th Floor
Nueva York, NY 10016-8804
212-685-3440 o 800-932-2423
Fax: 212-779-4098
E-mail: [email protected]
http://www.ccfa.org
Este sitio web es útil para las familias y los pacientes con la enfermedad de Crohn que buscan información sobre medicamentos, investigación o ensayos clínicos. También cuenta con un director de médicos que tratan la enfermedad.
Nanopartículas de jengibre podrían ayudar a tratar la enfermedad inflamatoria intestinal. Medical News Today, 19 de agosto de 2016. http://www.medicalnewstoday.com/articles/312440.php
Hanauer SB et al. Manejo de la enfermedad de Crohn en adultos. The American Journal of Gastroenterology. Vol. 96(3): 635-642.
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Merck Manual of Diagnosis and Therapy. Enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
Food and Drug Administration. Datos sobre la enfermedad de Crohn. Información sobre la salud del consumidor.
Noticias del NIH. Los científicos definen 21 nuevos genes asociados a la enfermedad de Crohn.
Clínica Mayo. Enfermedad de Crohn.