Historia del Día Nacional del Queso
La elaboración del queso es un oficio antiguo, algunos incluso dirían que sagrado. Tan antigua que es anterior a la historia. Se especula que la magia de la elaboración del queso comenzó alrededor del año 8000 a.C., poco después de la domesticación de los animales. En las excavaciones arqueológicas se han encontrado pruebas de la existencia del queso en todo el mundo, como coladores recubiertos de moléculas de grasa láctea en Kuyavia (Polonia), datados en torno al año 5500 a.C., murales en Egipto datados en el año 2000 a.C. y un artefacto de queso conservado en Xinjiang (China) que se cree que tiene más de 3.000 años de antigüedad. El imperialismo europeo llevó sus estilos de queso a través de Asia, el África subsahariana y finalmente a las Américas.
El queso más popular de todos es (obviamente) la mozzarella. Este delicioso queso, que sirve de base para las pizzas, se creó por primera vez cerca de Nápoles a partir de la rica leche de búfalos de agua. En aquella época, rara vez salía de Nápoles, ya que se elaboraba con leche pasteurizada y la falta de refrigeración hacía que tuviera una vida útil muy corta. A medida que la tecnología del queso y los sistemas de refrigeración avanzaron, este delicioso queso salió de la región del sur de Italia y se encontró viajando por todo el mundo.
Hay dos tipos de mozzarella que se producen en Estados Unidos: de baja humedad y de alta humedad. La mozzarella de baja humedad tiene un contenido de humedad inferior al 50%, mientras que la de alta humedad tiene un contenido superior al 52%. La mozzarella de baja humedad se fabrica específicamente para el transporte y la producción en masa, ya que la falta de humedad le confiere una vida útil más larga.
Hoy en día, se pueden encontrar platos de queso en todos los continentes servidos de forma salada, dulce, derretida, frita e incluso enfriada en helado. Este alimento básico de la casa puede seguir satisfaciendo cualquier antojo después de miles de años.