Durante un período de cinco años, 2815 pacientes sometidos a 5685 pruebas de frecuencia cardíaca fetal (FCF) produjeron 147 pruebas de esfuerzo de contracción positivas. Los patrones de FCF de referencia se consideraron reactivos si se producían tres o más aceleraciones durante los 30 minutos de la prueba de esfuerzo de contracción y no reactivos si se observaban menos aceleraciones o ninguna. Hubo 75 pruebas de esfuerzo de contracción positivas reactivas y 72 pruebas de esfuerzo de contracción positivas no reactivas. Ambos grupos dieron a luz rápidamente, generalmente (91%) dentro de las 24 horas siguientes a la última prueba. Los fetos que produjeron patrones positivos reactivos tendieron a ser más maduros, de mayor tamaño y con mayor frecuencia se sometieron a pruebas de postmadurez. Los fetos con patrones positivos no reactivos tenían tasas significativamente más altas de mortalidad y morbilidad perinatal, retraso en el crecimiento y partos por cesárea; con frecuencia eran llevados por madres hipertensas. Se analizó cada grupo según la relación desaceleración: contracción, y se examinaron los deciles de relación desaceleración: contracción del 30 al 100%. Las complicaciones perinatales aumentaron progresivamente con los mayores índices de desaceleración: contracción, independientemente de la reactividad de base; sin embargo, los fetos no reactivos en cualquier decil de índice de desaceleración: contracción tuvieron un compromiso perinatal más frecuente que sus homólogos reactivos. La falta de especificidad (26 malos resultados en 75 casos) asociada a las pruebas de esfuerzo de contracción positivas reactivas fomenta intentos más frecuentes de parto vaginal; en este grupo, 64 de 71 pacientes tuvieron partos vaginales exitosos. Además, la alta incidencia de buenos resultados fetales en el grupo reactivo positivo sugiere que se reevalúe la urgencia del parto en tales circunstancias y que se tengan en cuenta otros indicadores feto-maternales en las decisiones de parto.