23 de septiembre de 2020

La mayoría de nosotros hemos sido picados por mosquitos, generalmente en muchas ocasiones. Junto con esto, hemos experimentado la hinchazón, el enrojecimiento y el picor que pueden acompañar a un ataque de este casi omnipresente y molesto insecto volador. Sin embargo, si se deja en paz, los síntomas y la marca de la picadura desaparecen en pocos días.

Sin embargo, en algunas personas la reacción a una picadura de mosquito es más grave. Se produce una mayor hinchazón, con ronchas de dos a 10 centímetros (cuatro pulgadas) de diámetro que se forman aproximadamente una hora después de la picadura y que aumentan de tamaño en los días siguientes. Junto con la hinchazón, la zona de la picadura puede estar roja, picar, doler y estar caliente al tacto. El individuo también puede desarrollar fiebre.

El síndrome de Shakespeare se debe a que la persona afectada tiene una reacción alérgica a las picaduras de mosquito – concretamente, a las proteínas de la saliva del mosquito. El diagnóstico se basa en poder correlacionar con exactitud los síntomas de un individuo con la picadura de un mosquito, ya que no existe un análisis de sangre para los anticuerpos del mosquito.

A veces el síndrome de Skeeter se confunde con la celulitis, una infección bacteriana que afecta a las capas más profundas del tejido cutáneo. La celulitis puede ser bastante grave y potencialmente mortal si no se trata con antibióticos sistémicos. Sin embargo, los antibióticos no tratan el síndrome de Skeeter. Los médicos que diagnostican el síndrome de Skeeter realizan una anamnesis y una exploración física cuidadosas. A menudo, los pacientes a los que se les diagnostica el síndrome de Skeeter han experimentado más de una aparición.

¿Qué tan raro es el síndrome de Skeeter? En realidad, esta alergia a las picaduras de mosquito se considera relativamente rara. Los más frecuentemente afectados son los bebés y los niños pequeños que han sido picados por mosquitos y sensibilizados, pero que aún no han desarrollado una inmunidad natural. También se observa con mayor frecuencia en personas que han viajado a un nuevo lugar y son picadas por tipos de mosquitos que no habían encontrado antes.

Tratamiento del Síndrome de Skeeter

Los estudios han descubierto que, aunque los síntomas en los niños pueden aparecer a los 20 minutos de haber sido picados, no hay razón para preocuparse seriamente a menos que el niño parezca entrar en anafilaxia, una respuesta alérgica grave y potencialmente mortal. La anafilaxia requiere atención médica inmediata, incluida una dosis de epinefrina.

Si el lugar de la picadura del mosquito se deja solo y no se infecta, la zona se curará y los síntomas cesarán en pocos días. Mientras tanto, la herida debe mantenerse limpia con agua tibia y jabón hipoalergénico. Las compresas frías y la aplicación regular de loción de calamina o crema de hidrocortisona de venta libre ayudarán a aliviar el picor.

Para respuestas alérgicas muy intensas, un antihistamínico de venta libre como Benadryl o Chlor-Trimeton puede ayudar. También pueden utilizarse antihistamínicos orales de acción prolongada recetados por el médico, como Zyrtec (cetirizina), Xyzal (levocetirizina) o Allegra (fexofenadina), si son necesarios para aliviar los síntomas.

Modo de evitar las picaduras de mosquito

Por supuesto, la mejor manera de tratar el síndrome de Skeeter es evitar por completo las picaduras de mosquito. Entre las medidas practicables se incluyen el uso de ropa protectora de manga larga y pantalones largos; el uso de sprays repelentes de insectos en abundancia y la reaplicación según las instrucciones del producto; no llevar colores brillantes ni perfumes, que pueden atraer a los mosquitos; y evitar las zonas donde haya agua estancada.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los repelentes químicos de mosquitos que contienen uno de los siguientes ingredientes activos son los más eficaces para proteger de las picaduras de mosquitos:

  • DEET (Nombre químico: N,N-dietil-m-toluamida o N,N-dietil-3-metil-benzamida)
  • Picaridina (Nombre químico: éster de 1-metilpropilo del ácido 2-(hidroxietil)-1-piperidinecarboxílico)
  • Aceite de eucalipto de limón (OLE o PMD) (Nombre químico: para-mentano-3,8-diol)
  • IR3535 (Nombre químico: ácido 3–aminopropiónico, éster etílico)
  • 2-Undecanona (Nombre químico: metil nonil cetona)

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