La retención de agua o de líquidos (edema) se produce cuando se acumula un exceso de líquido en el organismo. Esto puede causar hinchazón, que a menudo se produce en los pies, los tobillos y las piernas. También puede notar hinchazón en las manos, lo que puede significar que los anillos ya no le queden bien. Otros síntomas son el aumento de peso y una ligera «abolladura» en la piel cuando se aplica presión.
Si bien es incómoda, la retención de líquidos no es necesariamente un signo de algo grave – las causas incluyen la inactividad y la mala alimentación y los cambios hormonales normales que se producen antes de la menstruación.
Sin embargo, a veces la retención de líquidos puede ser un signo de una enfermedad más importante, sobre todo si es grave o aparece de forma muy repentina.
¿Qué más puede estar causando mis síntomas?
A veces, otras afecciones pueden confundirse con la retención de líquidos. Entre ellas se encuentran el linfedema y el lipoedema. El linfedema está causado por un drenaje linfático anormal y puede ser hereditario. También suele aparecer en una extremidad después de una operación de cáncer (en la que se han extirpado los ganglios linfáticos) o de la radioterapia contra el cáncer. El lipoedema es una acumulación anormal de células grasas y afecta principalmente a las mujeres. A diferencia de la retención de líquidos y el linfedema, el lipoedema no produce una abolladura en la piel cuando se presiona con el dedo en la carne.
En ocasiones, la hinchazón de las extremidades inferiores puede estar causada por una complicación de las venas varicosas. Estas venas pueden provocar a veces cambios en los pequeños vasos sanguíneos, lo que provoca inflamación e hinchazón. Si padece varices y empieza a experimentar hinchazón, lo mejor es que visite a su médico de cabecera, que podrá determinar la causa.
Otra afección que a veces puede confundirse con la retención de líquidos es el angioedema. Sin embargo, en esta afección, es más probable que la hinchazón se produzca en los párpados, alrededor de la boca, en los genitales o en las manos y los pies. A menudo se produce como resultado de una enfermedad autoinmune, como el lupus, o una reacción alérgica, pero en muchos casos no se encuentra ninguna causa.
Por último, la hinchazón de la parte inferior de la pierna puede ser un síntoma de trombosis venosa profunda (TVP). Los factores de riesgo de la TVP son la inmovilidad prolongada, el embarazo, el cáncer o la insuficiencia cardíaca. Si la hinchazón se localiza en una zona, acompañada de dolor y sensibilidad, o si la pantorrilla se enrojece y se siente más caliente de lo habitual, es importante que acuda a su médico o busque consejo médico.
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¿Qué está causando mi retención de agua?
Si sufres de retención de líquidos, puede haber varios factores en juego.
Dieta inadecuada
Una de las principales causas de la retención de líquidos es la dieta inadecuada: tanto el exceso de sodio como el exceso de azúcar pueden provocar retención de líquidos.
«Comer demasiada sal puede provocar retención de líquidos porque el cuerpo necesita retener el agua para diluirla», explica la doctora Julie Coffey, médico de cabecera y asesora sobre pérdida de peso.
El exceso de insulina
«Además, la retención de líquidos puede estar causada por un exceso de insulina en el sistema, que puede hacer que la sal y el agua se acumulen en los riñones»
Esto puede ser un signo de diabetes tipo 2, pero también puede ocurrir como resultado de una mala alimentación.
«Comer demasiado azúcar o carbohidratos refinados puede conducir a un exceso de insulina en el sistema, pero también es importante observar el período de tiempo durante el cual consumimos nuestros alimentos», revela Coffey.
«Muchas personas consumen alimentos y aperitivos durante un período prolongado -más de 12 horas en un día de 24 horas- lo que puede significar que su sistema está liberando insulina casi todo el tiempo. Es una buena idea mantener la alimentación al menos dentro de una ventana de 12 horas para dar a su sistema un descanso.»
La falta de movimiento
Un estilo de vida sedentario también puede desempeñar un papel.
«Cuando nos movemos, los músculos de las piernas bombean el líquido de vuelta al corazón; y si eso no ocurre puede ser un factor que contribuya», explica Coffey.
Simplemente hacer algo de ejercicio suave puede ser eficaz para reducir la acumulación de líquido en algunas zonas.
Tener sobrepeso
El exceso de peso también puede provocar retención de líquidos, según Coffey.
«Tener sobrepeso puede afectar a la circulación, ya que el exceso de grasa corporal puede ejercer presión sobre las venas».
Embarazo
El embarazo también puede provocar síntomas de retención de líquidos, sobre todo en los pies y los tobillos. Por lo general, esta hinchazón aparece gradualmente y es un efecto secundario normal del embarazo, ya que el cuerpo se relaja para acoger al bebé.
Sin embargo, si la hinchazón aparece rápidamente, va acompañada de dolores de cabeza o vómitos o se siente mal en general, acuda a su médico de cabecera, ya que puede ser un signo de preeclampsia.
Medicación
La retención de agua en el cuerpo también puede ser causada por ciertos medicamentos – en particular:
- Medicamentos utilizados para reducir la presión arterial.
- Pioglitazona utilizada para tratar la diabetes de tipo 2.
Si le preocupa, compruebe los efectos secundarios de cualquier medicamento que tome y hable con su médico de cabecera sobre las opciones.
Problemas médicos subyacentes
Con menor frecuencia, la retención de líquidos puede estar causada por problemas cardíacos, incluida la insuficiencia cardíaca, que se observa con mayor frecuencia en personas de mediana y avanzada edad. En raras ocasiones, la retención de líquidos puede ser un signo de problemas en el hígado o los riñones.
¿Cuándo debo acudir a mi médico de cabecera?
Si la retención de líquidos ha aparecido repentinamente, o si tiene una hinchazón unilateral, o tiene otros síntomas que le preocupan, es importante que acuda a su médico de cabecera, especialmente si tiene más de 40 años o está embarazada.
«Sin embargo, si eres un poco más joven y no te preocupa especialmente tu salud, pero sabes que tu estilo de vida no es el ideal, merece la pena analizar primero otros factores», aconseja Coffey.
Reducir la ingesta de sal y azúcar y aumentar el ejercicio también debería ayudar a mantener el problema a raya.