Los punteros láser se han convertido en algo común ya que son una herramienta eficaz para ayudar en las presentaciones y de bajo costo. A muchas personas les preocupa que los punteros láser les hagan daño a los ojos si miran la luz del láser. ¿Pueden los punteros láser dañar los ojos? Si mira un puntero láser durante unos segundos, ¿debe preocuparse?
El problema más común asociado con los punteros láser y el ojo es una condición llamada ceguera por destello. La ceguera por destello se produce cuando el ojo se deslumbra tras ser expuesto a una luz brillante. La mayoría de las personas han sufrido ceguera por flash después de hacerse una foto con una cámara con flash. Esta condición es temporal y la mayoría de las personas recuperan la visión después de un minuto más o menos. La ceguera por flash puede ser peligrosa si se produce mientras alguien realiza una tarea visualmente exigente, como conducir un coche. Se han registrado varios incidentes de pilotos de aerolíneas que se han quedado ciegos después de que alguien en tierra apuntara con un puntero láser a la cabina. Sólo en 2010, la Administración Federal de Aviación dijo que había registrado 2.836 casos de este tipo.
El daño permanente en el ojo puede ser consecuencia de un daño en la retina. La retina es un tejido que recubre la parte posterior del ojo y se encarga de captar la imagen que vemos y enviarla al cerebro, lo que da lugar a la percepción de la visión. Si la retina se daña, puede producirse una pérdida de visión permanente. Así pues, un láser puede causar una pérdida de visión permanente si daña la retina.
En Estados Unidos, los láseres están regulados por la Food and Drug Administration. Los láseres suelen llevar una etiqueta de advertencia que alerta al consumidor sobre su peligro. La mayoría de los láseres utilizados en juguetes y juegos están etiquetados como de tipo I. Los láseres de tipo I tienen una potencia inferior a 0,4 milivatios y no pueden dañar la retina. La mayoría de los punteros láser se clasifican como de tipo II o IIIA y tienen una potencia de salida de entre 1 y 5 milivatios. En teoría, esa potencia es suficiente para dañar la retina. Un artículo publicado en la revista Ophthalmology en 1997 demostró que la exposición continua a la luz de un puntero láser daña la retina en tan sólo 10 segundos. En la práctica, sería difícil dañar el ojo porque éste realiza muchos movimientos oculares diminutos, por lo que sería casi imposible lograr 10 segundos de exposición continua. En la literatura no se han registrado casos de daños permanentes causados por punteros láser etiquetados como de tipo II o IIIA.
Recientemente, se ha publicado un artículo en el New England Journal of Medicine en el que se demuestra la pérdida de visión permanente de un joven de 15 años en Suiza que pidió un láser por Internet. El láser no estaba regulado y tenía una potencia de 150 milivatios, que es 30 veces más potente que los punteros láser que se venden en Estados Unidos. El niño utilizaba el láser para hacer agujeros en el papel y reventar globos. El niño se puso el láser en el ojo y sufrió una pérdida de visión permanente y moderada.
Conclusión: Mito confirmado
Aunque es poco probable que la mayoría de los láseres utilizados en juguetes, juegos y punteros láser puedan dañar permanentemente los ojos, es teóricamente posible, por lo que se debe tener precaución. Sin embargo, una exposición de una fracción de segundo de los punteros láser de tipo II o IIIA no provocará ningún daño permanente. Alumbrar con un puntero láser el ojo de alguien que realiza determinadas tareas visuales puede causar ceguera repentina y provocar un accidente. Los niños nunca deben jugar con láseres sin supervisión y nadie debe utilizar un láser que no esté debidamente etiquetado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. Es posible pedir láseres muy potentes por Internet y su uso es definitivamente peligroso.