Oskar Kokoschka fue un artista y poeta austriaco conocido por sus retratos y paisajes expresionistas. Caracterizado por sus pinceladas entrecortadas y sus colores brillantes, el artista creó obras que parecen temblar de energía. «¿Cómo puedo definir una obra de arte?», preguntó una vez. «No es un bien en el sentido bursátil, sino el tímido intento de un hombre de repetir el milagro que la más simple campesina es capaz de hacer en cualquier momento, el de producir mágicamente vida de la nada». Nacido el 1 de marzo de 1886 en Pöchlarn (Austria), creció en Viena y a los 18 años obtuvo una beca en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad. Sin embargo, en 1908 fue expulsado de la institución tras mostrar obras consideradas perturbadoras tanto por su contenido como por su técnica. Figura destacada de la vanguardia vienesa junto a Egon Schiele, en 1912 inició un romance con Alma Mahler, viuda del compositor Gustav Mahler y antigua amante de Walter Gropius. Este romance y su posterior disolución, inspiraron a Kokoschka para crear una de sus obras más aclamadas La novia del viento (La Tempestad) (1913-1914). A lo largo de las décadas de 1920 y 1930 viajó por toda Europa, desarrollando su característico método de retrato exagerado que dramatizaba los estados psicológicos de sus retratados. Tras huir una vez del régimen nazi, en 1937, su obra fue considerada «arte degenerado» por los nazis y se vio obligado a escapar a Inglaterra. Más tarde se instaló en Villeneuve, cerca de Ginebra, donde enseñó en la Internationale Sommer Akademie für Bildenden Künste. En 1962, fue objeto de una gran retrospectiva en la Tate Gallery de Londres. Murió el 22 de febrero de 1989 en Montreux, Suiza, a la edad de 93 años. En la actualidad, sus obras se encuentran en las colecciones del Instituto de Arte de Chicago, el Kunstmuseum de Basilea, el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre otros.