Los siete aspectos de la única deidad, que rodean el símbolo de la Estrella de Siete Puntas, que significa su unidad.

«Que el Guerrero le conceda valor y le proteja en estos tiempos oscuros. Que el Herrero le conceda fuerza, para que pueda soportar esta pesada carga. Y que la Arpía, la que conoce el destino de todos los hombres, le muestre el camino que debe recorrer y le guíe por los lugares oscuros que le esperan.» -Septón Alto

El Siete (también conocido como el Dios de los Siete, el Dios de las Siete Caras o los Nuevos Dioses) es la deidad de la Fe de los Siete, la religión dominante de los Siete Reinos.

El Dios de los Siete en Uno

Aunque la Fe enseña que existe una única deidad, ésta tiene siete «aspectos» o «caras». Por esta razón, a menudo se hace referencia a la deidad como el «Dios de las siete caras». En la práctica, muchos devotos se refieren a los aspectos como «Dioses» en plural, aunque los sacerdotes de la Fe intentan recalcar a sus seguidores el matiz teológico de que, en efecto, sólo hay un Dios, la deidad «Siete-en-Uno». Esto no ha impedido que la exclamación comúnmente escuchada «¡Que los dioses sean buenos!» se utilice de forma generalizada en los Siete Reinos. Los Siete se denominan «los Nuevos Dioses» o «Nuevo Dios» para distinguirlos de los Antiguos Dioses del Bosque adorados por los Primeros Hombres.

Según la tradición, los Siete se manifestaron a los Ándalos, los habitantes de las Colinas de Andalos en el continente de Essos, seis mil años antes de la Guerra de los Cinco Reyes. Poco después, comenzó la invasión andalusí de Poniente.

Aspectos

Cada uno de los Siete aspectos simboliza una parte diferente de la vida y se les reza con distintos fines. Se les conoce como el Padre, la Madre, la Doncella, la Arpía, el Guerrero, el Herrero y el Forastero.

Estatuas de los Siete en el Gran Septo de Baelor. De izquierda a derecha: la Arpía (sosteniendo una linterna), el Guerrero (sosteniendo espadas), la Madre (con los brazos abiertos de la misericordia), el Padre (sosteniendo la balanza de la justicia), la Doncella (una joven desnuda), el Herrero (abajo a la derecha, de espaldas a la cámara, pero visiblemente sosteniendo un martillo de herrero), y el Forastero (abajo a la izquierda, no claramente visible; el Forastero representa la muerte y lo desconocido, por lo que su estatua mira de espaldas a la sala, hacia la pared).

El Padre

El Padre representa la justicia divina, y juzga las almas de los muertos.

La Madre

La Madre representa la misericordia, la paz, la fertilidad y el parto. A veces se la llama «la fuerza de las mujeres». Además de la fertilidad humana, también bendice los cultivos con abundantes cosechas.

El himno Madre gentil, fuente de misericordia está dedicado a su alabanza.

La Doncella

La Doncella representa la pureza, la inocencia, el amor y la belleza. Protege la castidad de las vírgenes, así como la protección de los inocentes en general.

La Arpía

La Arpía representa la sabiduría y la previsión. Se la representa llevando una linterna. A veces se la representa con los ojos vendados.

El Guerrero

El Guerrero representa la fuerza y el valor en la batalla.

El Herrero

El Herrero representa la creación y la artesanía. Concede a los trabajadores la fuerza para continuar sus labores.

El Forastero

El Forastero representa la muerte y lo desconocido. Rara vez se le reza.

El Desconocido es atendido por una orden monástica exclusivamente femenina, las Hermanas Silenciosas, que se encargan de preparar los cuerpos de los muertos para los funerales.

El Desconocido no se representa ni como hombre ni como mujer, por lo que el número de aspectos masculinos y femeninos dentro de la divinidad es igual: tres masculinos (Padre, Guerrero, Herrero), tres femeninos (Doncella, Madre, Arpía), y uno que no es ninguno de ellos.

A diferencia de los otros aspectos que se representan como figuras humanas en las obras de arte, debido a que el Extraño representa lo desconocido, a menudo se representa en una amplia variedad de formas, a menudo aterradoras. A veces se le representa como una figura esquelética, o como una criatura no humana que posee diversos rasgos animales.

Debido a que el Forastero representa tanto la muerte como lo desconocido, también se le suele representar (en pinturas o estatuas) de espaldas al espectador, por lo que no se le puede ver la cara. La estatua del Forastero en el Gran Septo de Baelor está orientada hacia la pared de detrás, lejos de la sala. Esta estatua representa al Forastero como una figura enjuta, sosteniendo una guadaña. El Forastero también puede ser representado con su cabello colgando sobre la parte delantera de su cabeza en lugar de la parte trasera, oscureciendo su rostro.

Citas

«Los Siete son una única deidad con siete aspectos, cada uno de los cuales representa un área diferente de la vida. Pero la mayoría de la gente se refiere a los Siete como dioses separados». -Bran Stark
Granjero: «Pedimos al Padre que nos juzgue con misericordia, aceptando nuestra fragilidad humana. Pedimos a la Madre que bendiga nuestras cosechas, para que podamos alimentarnos y alimentar a todos los que lleguen a nuestra puerta. Pedimos al Guerrero que nos dé valor, en estos días de lucha y agitación. Pedimos a la Doncella que proteja la virtud de Sally, para alejarla de las garras de la depravación. Pedimos a la Heredera que fortalezca nuestras manos y nuestras espaldas para que podamos terminar el trabajo que se requiere de nosotros. Le pedimos a la Arpía que nos guíe en nuestro viaje de la oscuridad a la oscuridad». Sandor Clegane: «-¡Y le pedimos al Forastero que no nos mate en nuestras camas esta noche sin ninguna maldita razón!» – Un granjero de las Tierras de los Ríos reza antes de cenar (y Sandor Clegane interrumpe al final).
«Que el Guerrero le conceda valor, y lo proteja en estos tiempos peligrosos. Que el Herrero le conceda fuerza, para que pueda soportar esta pesada carga. Y que la Arpía, Aquella que conoce el destino de todos los hombres, le muestre el camino que debe recorrer, y lo guíe a través de los lugares oscuros que le esperan. A la luz de los Siete, proclamo ahora a Tommen de la Casa Baratheon, Primero de su Nombre, Rey de los Ándalos y de los Primeros Hombres, y Señor de los Siete Reinos. Que reine por mucho tiempo». -El Alto Septón bendice a Tommen Baratheon en su coronación.

Galería

El Padre

La Madre

La Doncella

La Arpía

El Guerrero

El Herrero

El Desconocido

Esculturas del Padre (derecha) y de la Madre (izquierda) en el Gran Septo de Baelor

Arte conceptual de las estatuas de los Siete (I-R: Forastero, Crone, Smith) en el Gran Septo.

Estatuas de Los Siete en «El Norte recuerda»

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