Chamis, (género Rupicapra), plural gamuza o chamoix, cualquiera de las dos especies de animales parecidos a la cabra, pertenecientes a la familia Bovidae (orden Artiodactyla), que son nativos de las montañas de Europa y Oriente Medio. Las dos especies son el rebeco pirenaico (Rupicapra pyrenaica), que se encuentra en la Cordillera Cantábrica, los Pirineos y los Apeninos centrales, y la gamuza (Rupicapra rupicapra), que se distribuye desde los Alpes occidentales y los montes Tatra hasta el Cáucaso y el norte de Turquía.

La gamuza (Rupicapra rupicapra).

Andreas Tille

Una gamuza mide unos 80 cm (31 pulgadas) de altura hasta el hombro y pesa entre 25 y 50 kg (55-110 libras). Ambos sexos poseen cuernos verticales que se enganchan bruscamente hacia atrás en los extremos. Los machos son ligeramente más grandes que las hembras. Su color es relativamente variable, pero todas las subespecies de gamuza tienen marcas blancas y negras en la cara y una cola y patas negras. El rebeco es de color marrón castaño a negro en invierno y marrón pálido en verano. En invierno, el rebeco pirenaico tiene dos grandes manchas blanquecinas en los hombros y una gran mancha pálida en la grupa; en verano es de color marrón rojizo. Cuando hace frío, aparece una gruesa piel interior.

Los rebecos viven en pequeños rebaños. Los machos más viejos se unen a ellas sólo en noviembre, durante la época de celo, cuando se enzarzan en feroces batallas por conseguir pareja. El cráneo del rebeco es frágil y no está adaptado para enfrentarse frontalmente, como hacen las cabras y las ovejas; en su lugar, los rebecos se persiguen unos a otros subiendo y bajando por acantilados y praderas escarpadas, intentando cornear la garganta, el abdomen y la ingle del individuo perseguido. Antes de iniciar una pelea, suelen realizar largas secuencias de exhibiciones de dominio en las que presentan sus flancos, atacan a los arbustos con sus cuernos, se amenazan mutuamente y marcan con su olor las hojas de hierba o los tallos. Las hembras luchan más a menudo que los machos, pero realizan ataques no letales contra los hombros y la grupa de sus oponentes. La gestación dura unas 21 semanas y el número habitual de crías es uno. En verano, los gamuzas pueden ascender hasta la línea de nieve; en invierno suelen descender a regiones boscosas. El popular deporte de la caza de rebecos redujo sus poblaciones en muchas zonas, pero la mejora de los regímenes de gestión en el siglo XX recuperó su número en la mayor parte de su área de distribución. Ágiles y cautelosos, los rebecos son difíciles de abordar allí donde se les caza. Se alimentan en verano de hierbas y flores y en invierno de brotes jóvenes, líquenes y hierba excavada en la nieve.

La piel suave y flexible de la gamuza se convierte en el original cuero «chammy» o «shammy». La carne es apreciada como carne de venado. En el siglo XX se introdujeron gamuzas en Nueva Zelanda, donde su número aumentó rápidamente hasta casi 100.000 ejemplares en la década de 1970 y donde amenazaron la vegetación local. Desde entonces, la población de rebecos ha disminuido en unos 20.000 ejemplares. Gemsbock, un nombre alemán para la gamuza macho, se aplica, como gemsbok, a un oryx del sur de África.

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