Continuación
Las personas con diabetes u otras condiciones de salud que debilitan el sistema inmunológico también están en mayor riesgo.
Tenga cuidado alrededor de los puntos calientes de hongos. Hablando del gimnasio, es una mala idea quitarse los zapatos en lugares con muchos gérmenes, como vestuarios, piscinas o duchas públicas. Si acudes a un salón de manicura, éste debe estar limpio y tener licencia. Asegúrate de que el técnico utiliza instrumentos esterilizados o de un solo uso (o lleva los tuyos). Lo mismo ocurre con el esmalte: traiga su propio frasco de casa.
Recorte con cuidado. Mantenga sus uñas cortas para ayudar a prevenir la propagación de la infección, pero recuerde cortar con cuidado. No compartas el cortaúñas ni otros utensilios de aseo, límpialos siempre antes de cada uso y no cortes nunca las cutículas. La piel que rodea la base de la uña está ahí por una razón: actúa como barrera contra las infecciones.
Limpia bien tus uñas. No descuides tus uñas cuando estés en la ducha: frótalas con agua y jabón para ayudar a defenderlas de las infecciones. Lávate las manos con frecuencia y recuerda que los gérmenes pueden instalarse debajo de las uñas, así que invierte en un cepillo de uñas para limpiarlas.