Una orquesta de tango suele estar formada por bandoneones, violines, piano y contrabajo, además de guitarra y batería, acompañados por cantantes y bailarines de la tradición del tango. Entre estos instrumentos, el bandoneón es quizás el más importante para producir el sonido auténtico, emocional y nostálgico del tango. Este instrumento único, parecido a un acordeón con botones y fuelle, se desarrolló originalmente en Alemania durante la década de 1850 para su uso en pequeñas iglesias que no podían permitirse órganos. También se utilizaba como órgano móvil para acompañar los servicios religiosos en la carretera. Se cree que los inmigrantes alemanes llevaron el bandoneón a Argentina alrededor de 1870, donde el instrumento fue rápidamente adoptado en el naciente género del tango en Buenos Aires a finales del siglo XIX. El bandoneón de fabricación alemana tenía originalmente 60 notas repartidas en 30 botones como teclado, pero a principios del siglo XX cambió rápidamente para adaptarse adecuadamente a la música del tango. Como resultado, una sofisticada versión de 142 notas con 71 botones se convirtió en estándar en Argentina y Uruguay. Debido a que los botones están organizados de forma bastante ilógica, dispuestos en ambos extremos del instrumento, cada botón crea un tono diferente al abrir y cerrar el fuelle, el bandoneón es extremadamente difícil de dominar. Sin embargo, a mediados del siglo XX, a partir de Aníbal Troilo -uno de los principales defensores del bandoneón y uno de los más grandes maestros del mismo-, varios bandoneonistas notables hicieron una aparición repentina en la escena del tango. Desarrollaron técnicas celosas y sofisticadas, creando la «Edad de Oro» del tango con sus singulares composiciones de tango moderno. Así, el bandoneón se convirtió en el instrumento por excelencia que ejemplifica la voz y el alma distintivas del tango.
Desde el lanzamiento de la serie Min-On Tango en 1970, Min-On se enorgullece de presentar una actuación de renombrados artistas argentinos del tango a través de una gira nacional por Japón cada año. Las impresionantes alineaciones han incluido bandoneonistas legendarios y jóvenes virtuosos de la última generación de bandoneonistas. Entre ellos se encuentran Leopoldo Federico en 1976, Carlos Lazzari en 1982, Néstor Marconi en 1991, Julián Plaza en 1996, Carlos Buono en 1999, Carlos Galván en 2003, Víctor Lavallén en 2010, Roberto Álvarez en 2011 y el joven Facundo Lazzari en 2015. La serie Min-On Tango ha presentado a maestros del bandoneón a lo largo de cuatro décadas de historia del tango internacional.
En 2017, para la 48ª entrega de la serie, Min-On invitó al joven maestro del bandoneón Horacio Romo y a su prometedor sexteto para una gira nacional, viajando a 25 ciudades de Japón desde el 24 de enero hasta el 8 de marzo. La virtuosa actuación de Horacio Romo con el bandoneón hipnotizó a miles de amantes del tango en todo Japón.