Síndrome vírico

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¿Qué es el síndrome vírico?

El síndrome vírico es un término utilizado para los síntomas de una infección causada por un virus. Los virus se propagan fácilmente de una persona a otra a través del aire y de los objetos compartidos.

¿Cuáles son los signos y síntomas del síndrome vírico?

Los signos y síntomas pueden empezar lenta o repentinamente y durar de horas a días. Pueden ser de leves a graves y pueden cambiar en días u horas. Puede tener cualquiera de los siguientes:

• Fiebre y escalofríos
• Nariz que gotea o está congestionada
• Tos, dolor de garganta o ronquera
• Dolor de cabeza, o dolor y presión alrededor de los ojos
• Dolores musculares y articulares
• Dificultad para respirar o sibilancias
• Dolor abdominal, calambres y diarrea
• Náuseas, vómitos o pérdida de apetito

¿Cómo se diagnostica y trata el síndrome vírico?

Su profesional sanitario le preguntará por sus síntomas y le examinará. Infórmele de cualquier viaje reciente o de las picaduras de insectos. Una enfermedad causada por un virus suele desaparecer en 10 a 14 días sin tratamiento. Es posible que necesite medicamentos para ayudar a controlar sus síntomas, como fiebre, dolores musculares, tos o congestión. No se administran antibióticos para una infección vírica.

¿Cómo puedo controlar mis síntomas?

• Beba líquidos según las indicaciones para evitar la deshidratación. Pregunte cuánto líquido debe beber cada día y qué líquidos son los mejores para usted. Pregunte si debe beber una solución de rehidratación oral (SRO). Una SRO tiene las cantidades adecuadas de agua, sales y azúcar que necesita para reponer los líquidos corporales. Esto puede ayudar a prevenir la deshidratación causada por los vómitos o la diarrea. No tome líquidos con cafeína. Los líquidos con cafeína pueden empeorar la deshidratación.
• Descanse mucho para ayudar a su cuerpo a sanar. Haga siestas a lo largo del día. Pregunte a su proveedor de atención médica cuándo puede volver al trabajo y a sus actividades normales.
• Utilice un humidificador de vapor frío para ayudarle a respirar mejor si tiene congestión nasal o torácica. Pregunte a su proveedor de atención médica cómo utilizar un humidificador de vapor frío.
• Coma miel o utilice pastillas para la tos para ayudar a disminuir las molestias en la garganta. Pregunte a su proveedor de atención médica la cantidad de miel que debe consumir cada día. Las pastillas para la tos están disponibles sin necesidad de una orden médica. Siga las instrucciones para tomar las pastillas para la tos.
• No fume y manténgase alejado de los que fuman. La nicotina y otras sustancias químicas de los cigarrillos y los puros pueden causar daños en los pulmones. Fumar también puede retrasar la curación. Pida información a su profesional sanitario si actualmente fuma y necesita ayuda para dejar de hacerlo. Los cigarrillos electrónicos o el tabaco sin humo siguen conteniendo nicotina. Hable con su proveedor de atención médica antes de usar estos productos.
• Lávese las manos con frecuencia para evitar el contagio de gérmenes a otras personas. Utilice agua y jabón. Utilice un gel limpiador de manos cuando no disponga de agua y jabón. Lávese las manos después de ir al baño, toser o estornudar. Lávese las manos antes de preparar o comer alimentos.

Llame al 911 o pida a otra persona que llame al 911 si:

• Tiene una convulsión.
• No puede despertarse.
• Tiene dolor en el pecho o problemas para respirar.

¿Cuándo debo buscar atención inmediata?

• Tiene el cuello rígido, un fuerte dolor de cabeza y sensibilidad a la luz.
• Se siente débil, mareado o confuso.
• Deja de orinar u orina mucho menos de lo normal.
• Tose sangre o mucosidad espesa, amarilla o verde.
• Tiene dolor abdominal intenso o su abdomen es más grande de lo habitual.

¿Cuándo debo ponerme en contacto con mi profesional sanitario?

• Sus síntomas no mejoran con el tratamiento o empeoran después de 3 días.
• Tiene una erupción cutánea o dolor de oído.
• Tiene ardor al orinar.
• Tiene preguntas o preocupaciones sobre su condición o atención.

Acuerdo de atención

Tiene derecho a ayudar a planificar su atención. Aprender sobre su condición de salud y cómo puede ser tratada. Discutir las opciones de tratamiento con sus proveedores de atención médica para decidir qué atención desea recibir. Siempre tiene derecho a rechazar el tratamiento. La información anterior es sólo una ayuda educativa. No pretende ser un consejo médico para condiciones o tratamientos individuales. Hable con su médico, enfermera o farmacéutico antes de seguir cualquier régimen médico para ver si es seguro y eficaz para usted.

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