Para reiterar lo dicho anteriormente, el seche vite podría venderse en tu target y es absolutamente increíble, si lo aplicas correctamente. Su complicada aplicación no es algo que te salga a la primera, pero si te quedas practicando y ajustando tu proceso, puede estar a la altura de sus increíbles posibilidades.

El seche está pensado para ser aplicado con más grosor («a la cabeza con la cuenta» usando una cuenta de producto en el pincel y deslizándolo sobre la uña, sin que el pincel llegue a tocar la uña.) y sobre el esmalte aún húmedo, como en pintar tus 10 uñas, y cuando la décima esté hecha, es el momento de volver con tu seche. Está diseñado para penetrar a través de las capas y secar todo junto en una sola capa dura y súper brillante.

Envolver las puntas es IMPRESCINDIBLE para evitar el encogimiento de las puntas. Con la práctica de la aplicación adecuada con el tiempo la contracción lateral puede llegar a ser mínima también.

Me encanta el material, absolutamente nada se seca tan rápido y brillante como este material. Yo aguanto y acepto sus defectos por sus ventajas. Pruébalo, por 7-9 dólares vale la pena. Si consigues la aplicación y decides seguir usándolo, coge un poco de su diluyente especial, seche restore, para cuando la mitad del bote se espese. El diluyente normal puede funcionar en un apuro, pero afecta a la química de la fórmula de seches de manera diferente y puede cambiar su funcionamiento. Buena suerte.

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