Una herida es una lesión producida habitualmente por un traumatismo contuso o cortante que puede dañar piel, grasa subcutánea, músculos, nervios y vasos sanguíneos. Lo habitual es que con el tiempo cicatrice, unas se demoran pocos días y otras necesitan más tiempo, pero hay veces en que, simplemente, no ocurre.

La cicatrización es el proceso por el cual el organismo repara un tejido dañado, como una herida. Consta de cuatro etapas:

  • Hemostasia, proceso que busca detener el sangramiento
  • Formación de escara o costra para sellar la herida
  • Regeneración de matriz elástica, piel más fina y clara que se observa al desprenderse la costra y
  • La remodelación, donde se forma el tejido definitivo lo más parecido al que existía previamente.

¿Por qué una herida puede no cicatrizar?

Entre las principales razones están:

  • Patologías sistémicas como la diabetes, enfermedades del colágeno y presencia de cuerpos extraños como una astilla o un pedazo de vidrio, entre otros.
  • Existencia de enfermedad vascular arterial o venosa. Este grupo de causas son las más relevantes a descartar, ya que existe el riesgo de progresión e incluso necrosis o gangrena en la extremidad afectada.
  • Uso de medicamentos que retarden el proceso normal de cicatrización (corticoides e inmunosupresores).
  • Estar ubicada en una zona de movimiento constante, áreas de apoyo, con humedad o con menos tejido celular, como la cara anterior de las piernas.
  • Edad, que es un factor relevante, ya que los pacientes mayores, habitualmente, presentan patologías sistémicas que condicionan una menor capacidad de cicatrizar, como las mencionados previamente.

«Si una herida no cicatriza o el proceso es más lento que lo normal, el riesgo más importante es que se pueda infectar y esto puede condicionar una infección sistémica o que aumente de tamaño y desarrolle una gangrena en la extremidad afectada. Esto puede derivar en una amputación de grados variable según el lugar afectado», explica el doctor Juan Seitz, cirujano vascular de Clínica Alemana.

Zonas de difícil cicatrización

La doctora Francisca Sánchez, dermatóloga de Clínica Alemana, explica que ‘algunos factores que dificultan la reparación y enlantecen el proceso son el roce y la humedad excesiva. Por ejemplo, como puede ocurrir con heridas sobre articulaciones, en la espalda, en los pies, en pliegues o zonas de roce. Por eso es aconsejable cubrir la zona con una gasa que absorba la humedad, mantenga la superficie protegida e inmovilice el área, evitando la distensión de la piel».

Otra zona complicada son las extremidades, especialmente la cara anterior de las piernas. Esto se ve con mayor frecuencia en pacientes mayores con problemas circulatorios, ya que mientras menos irrigación reciba la zona afectada, mayor es el tiempo de recuperación.

En cuanto a los cuidados que requiere una herida que demora en cicatrizar, la especialista afirma que es aconsejable desinfectarla con povidona en la mañana y en la noche, aplicar un ungüento cicatrizante y antiséptico, y luego cubrirla con gasa para mantenerla protegida del roce o del sol.

Una herida que se demora en cicatrizar es una puerta de entrada a infecciones. Estas pueden ser locales, es decir, que solo afectan a la zona del traumatismo, o convertirse en sistémicas, invadiendo tejidos blandos más profundos hasta terminar en un cuadro generalizado, incluso en una septicemia, que compromete a todo el organismo, con riesgo de muerte. Por eso es muy importante tomar las medidas adecuadas a tiempo.

¿Qué hacer para favorecer la cicatrización?

Lo fundamental es realizar una buena evaluación clínica de la persona buscando antecedentes médicos como los mencionados previamente, un examen físico acucioso para evaluar la presencia de factores locales que retarden este proceso (presencia de pulsos normales o disminuidos), su localización, las características de la lesión y la presencia de cualquier signo clínico que sugiera una razón local o sistémica que impida una cicatrización normal.

«Una vez determinada la causa, se deben tomar las medidas necesarias para corregirla o tratarla y obtener la cicatrización de la lesión en el menor tiempo posible con las menores secuelas», concluye el cirujano vascular.

Unidad de Cirugía Vascular

Servicio de Dermatología.

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