Una radiografía lumbar y/o una resonancia magnética a menudo pueden ayudar a revelar la causa del problema.

Las exploraciones pueden revelar:

  • Una hernia discal que provoca la compresión del nervio.
  • Compresión del nervio por cambios artríticos relacionados con la edad que provocan un estrechamiento del canal espinal o foraminal (estenosis).

Si las exploraciones revelan una de estas afecciones, el médico especialista en el tratamiento del dolor puede considerar el tratamiento con una inyección espinal.

Estas inyecciones son un tratamiento focal con esteroides dirigido a la zona específica de compresión o inflamación para calmar la raíz nerviosa, en lugar de un esteroide antiinflamatorio sistémico. Este proceso puede requerir sólo una inyección o podría requerir inyecciones adicionales.

Nivel cuatro: evaluación quirúrgica

Si las inyecciones en la columna vertebral proporcionan cierto alivio pero no es duradero, el siguiente paso sería una evaluación quirúrgica.

«En ese momento, examinaríamos al paciente y revisaríamos las imágenes. A continuación, discutiríamos las opciones quirúrgicas, incluidos los riesgos y beneficios y, lo que es más importante, el resultado previsto, dice el Dr. Perry.

Recomendaciones básicas

Algunas pautas generales para abordar este problema son:

  • Consulte a su médico de atención primaria cuando experimente un dolor persistente que se irradia hacia la pierna.
  • Considere el uso de un medicamento antiinflamatorio de venta libre, como el ibuprofeno. Estos antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar parte del dolor. También existen otros medicamentos de prescripción. Debe consultarlos con su médico.
  • Continúe haciendo ejercicio y ejercicios de fortalecimiento de la espalda. Continúe también con sus actividades normales en la medida de sus posibilidades. Si sus músculos se inutilizan y se atrofian, eso debilitará el sistema de soporte estructural del cuerpo para su columna vertebral y dificultará la recuperación.

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