Saber detectar las diferencias entre las tres puede ayudarle a construir una cartera mejor.
Hay diferentes estrategias que los inversores pueden utilizar cuando se trata del mercado de valores. A continuación, echamos un vistazo a las tres categorías de acciones para ayudarle a formular la suya propia. Saber distinguir las diferencias entre las tres puede ayudarle a construir una cartera mejor.
Acciones de crecimiento
Las acciones de crecimiento suelen ser empresas que experimentan un rápido crecimiento a un ritmo superior a la media. La mayor parte de sus ingresos se reinvierte en la empresa para impulsar ese crecimiento. La relación precio-beneficio suele ser muy elevada, lo que significa que los precios de las acciones son altos en comparación con sus beneficios por acción. Los inversores buscan valores de crecimiento porque esperan obtener beneficios en forma de aumento del precio de las acciones en un futuro próximo. Como los ingresos se reinvierten, no suelen pagarse dividendos.
Balas de valor
Una acción de valor es una empresa que parece estar infravalorada en el mercado, aunque la empresa tenga una situación financiera sólida. El mercado tiene un sentimiento negativo sobre la empresa que no suele estar relacionado con su fortaleza financiera. Las acciones de valor, por lo general, tienen una relación precio-beneficio baja y los inversores las compran a precios de ganga con la esperanza de que se revaloricen.
Acciones de renta
Estas acciones son estables pero ofrecen una alta rentabilidad por dividendo. Por ejemplo, las acciones de servicios públicos son conocidas por pagar dividendos competitivos. Además, las acciones preferentes son otra fuente de valores de renta. Aunque estas acciones son menos arriesgadas y pagan dividendos frecuentes, su rentabilidad será probablemente inferior a la de las acciones de valor y crecimiento.