Las agujas epidurales vienen en una variedad de tamaños y longitudes.
Esta variación en el tamaño y la longitud de la epidural permite el objetivo final del procedimiento, siendo alcanzar el espacio epidural en el canal espinal desde la espalda de los pacientes.
Esto permite administrar un medicamento anestésico en el espacio epidural (situado en la columna vertebral) a través de un pequeño tubo y crear un «bloqueo epidural» para el paciente.
Entonces, ¿por qué las agujas epidurales son más grandes que una aguja hipodérmica estándar? La respuesta radica en su capacidad para introducir un tubo de plástico muy pequeño, llamado «catéter epidural», a través de la aguja epidural y colocado en el espacio epidural.
Este catéter epidural puede permanecer en el «espacio epidural» y convertirse en el vehículo para administrar continuamente un agente anestésico en el espacio epidural.
Esto permite que las pacientes en trabajo de parto tengan un excelente alivio del dolor durante varias horas.
Medida del tamaño de la aguja epidural – Guage
Los tamaños de la aguja epidural se refieren al grosor de la misma. Los tamaños de la aguja epidural están relacionados con el «calibre» de la aguja epidural.
Una aguja epidural de mayor calibre equivale a una aguja epidural más fina. ¡En los adultos, se suele utilizar una aguja epidural de 18G (más fina) o de 16G (más gruesa).
¿Importa el tamaño de la aguja epidural?
Seguro que sí! Cuando se trata de complicaciones asociadas a las agujas epidurales, las agujas más finas parecen ser mejores. Un estudio reciente ha demostrado que al comparar una aguja epidural de 18G frente a una de 16G ¡seguro que sí!
Cuando se trata de complicaciones asociadas a las agujas epidurales, las agujas más finas parecen mejores.
Un estudio reciente ha demostrado que al comparar una aguja epidural de 18G frente a una de 16G que ha atravesado inadvertidamente el espacio epidural y ha perforado la duramadre (membrana delgada), los que tenían la aguja más grande tenían un mayor riesgo de desarrollar un dolor de cabeza, conocido como dolor de cabeza posterior a la punción dural, o PDPH (causa una fuga de líquido cefalorraquídeo en el espacio epidural).