La compleja relación parásito-huésped implica múltiples mecanismos. Además, los parásitos infectados por virus modifican esta relación añadiendo más complejidad al sistema que ahora comprende tres socios. Los virus que infectan a los parásitos fueron descritos hace varias décadas. Sin embargo, hasta hace poco se sabía poco sobre los virus implicados y su impacto en la enfermedad resultante causada a los huéspedes. Para aclarar esta situación, nos hemos centrado en las enfermedades parasitarias causadas a los humanos y en cómo los parásitos infectados por virus podrían alterar los síntomas infligidos al huésped humano. Está claro que el efecto causado al huésped humano depende del virus y del parásito que haya infectado. En consecuencia, la revisión se divide como sigue: Virus con posible efecto sobre la virulencia del parásito. Esta sección revisa los artículos pertinentes que demuestran que la infección de parásitos por virus podría aumentar el efecto perjudicial del tándem virus-parásito sobre el huésped humano (hipervirulencia) o disminuir la virulencia del parásito (hipovirulencia). Los parásitos como vectores que afectan a la transmisión de los virus. En algunos casos, el parásito infectado por el virus puede facilitar la transferencia del virus al huésped humano. Parásitos que albergan virus con efectos no identificados en su huésped. A pesar del renovado interés que han suscitado recientemente los parásitos en relación con sus virus, sigue habiendo una serie de casos en los que el efecto del virus de un determinado parásito sobre el huésped humano sigue siendo ambiguo. La relación triangular entre el virus, el parásito y el huésped, así como la modulación de la patogenicidad y virulencia de los parásitos por parte de los virus, deberían tenerse en cuenta en la lógica de la lucha contra los parásitos.