La ventilación adecuada de los aparatos de cocina es muy importante para la calidad del aire interior. La campana extractora debe ventilar hacia el exterior y no simplemente recircular e intentar filtrar los humos de la cocina. Esto es especialmente importante con las cocinas de gas. La elección de una campana convencional de tiro ascendente o de tiro descendente puede suponer una gran diferencia en la cantidad de aire que hay que calentar o enfriar para mantener el confort en la casa: los ventiladores de tiro descendente requieren varias veces más aire que los modelos de tiro ascendente.

También hay que tener cuidado con el tamaño del ventilador: un ventilador demasiado grande puede malgastar energía y posiblemente incluso suponer un riesgo para la seguridad. Cuando un ventilador funciona, se despresuriza, o crea un ligero vacío en la casa. Para equilibrar esa diferencia de presión, el aire exterior es aspirado a través de las grietas de las paredes y alrededor de las ventanas (infiltración). Esto hace que el sistema de calefacción trabaje más, desperdiciando energía. En algunas situaciones, esa presión negativa puede incluso impedir que un sistema de calefacción de gas o de gasóleo se ventile correctamente, provocando un retroceso de los peligrosos gases de combustión en la casa. Este último problema es especialmente grave en el caso de los grandes ventiladores de tiro descendente que se utilizan con algunas cocinas y estufas. Pregunte por los conductos de aire de reposición para estos sistemas de ventilación. Está claro que las campanas de tiro descendente requieren muchos pasos adicionales para funcionar de forma segura debido al gran flujo de aire necesario. Esto las hace menos eficientes y más caras.

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