Esta práctica forestal es común al tipo de bosques que se encuentran en el bioma del bosque boreal. Los estándares nacionales del FSC para Suecia y Rusia incluyen directrices específicas, establecidas dentro de criterios sólidos, para minimizar su impacto medioambiental.
Por ejemplo, en Suecia los gestores forestales están obligados a reforestar todo el terreno forestal después de la tala de regeneración, a menos que los acuerdos de conservación de la naturaleza o las decisiones de las autoridades establezcan lo contrario. Además, sólo deben aplicar métodos que den lugar a una reforestación fiable y rápida de acuerdo con la Ley Forestal sueca.
La Ley Forestal sueca también establece que los árboles individuales o los grupos de árboles deben conservarse durante la tala. Se da prioridad a los árboles de valor natural o cultural. Tanto el FSC como la Ley Forestal sueca exigen la retención de árboles durante la tala, pero sólo el FSC establece un objetivo de retención: lograr diez árboles de eternidad (árboles que no se cosechen) por hectárea durante la siguiente generación forestal. Además, el FSC exige que se conserven todos los árboles con valor de biodiversidad. Éstos pueden incluirse entre los diez árboles de la eternidad.
El estándar FSC en Suecia también exige que los propietarios forestales eximan de la gestión al menos el cinco por ciento de sus tierras forestales productivas, además de los árboles que se dejan como consideración de la naturaleza, durante la tala. Las áreas de importancia para la biodiversidad y basadas en la representatividad del paisaje tienen prioridad para convertirse en áreas de conservación.
Además, el estándar FSC de gestión forestal para Suecia identifica los bosques de alto valor de conservación que incluyen áreas de protección, así como los bosques gestionados con valores de conservación más bajos, en los que la gestión sólo puede tener lugar si los valores identificados están protegidos.
En la práctica, esto significa limitar claramente las áreas identificadas como especialmente valiosas para la tala de regeneración. Los hábitats valiosos se muestran en el plan de gestión forestal y se identifican con precisión antes de la tala. Los recolectores tienen entonces indicaciones claras, a través de mapas, de dónde pueden y dónde no pueden intervenir, evitando así los hábitats valiosos.
En Rusia, la certificación FSC es el único esquema que considera la protección de los paisajes forestales intactos. Las empresas certificadas por el FSC en Rusia han asignado más de 13,8 millones de hectáreas de bosques de alto valor de conservación (AVC), de las cuales 7,5 millones de hectáreas se han retirado completamente de la gestión forestal utilizando el estándar del FSC como base para su trabajo.
WF-Rusia trabaja con empresas certificadas por el FSC para identificar los bosques de AVC y las áreas más críticas para la conservación y casi 2,5 millones de hectáreas de bosques de AVC se conservan en el marco de acuerdos entre las empresas y WWF-Rusia. Gracias a la certificación, fue posible iniciar un diálogo con las empresas certificadas, las organizaciones medioambientales y las autoridades públicas y gubernamentales para identificar y conservar las partes más valiosas de los bosques intactos.
Con las tendencias de consumo actuales, los productos derivados de los bosques -como la madera para la construcción y el papel- o los productos acabados, como los muebles, tienen una demanda cada vez mayor. La gestión sostenible del potencial de los bosques es necesaria para garantizar no sólo la producción de productos viables y éticos, sino también una importante fuente de retención de carbono para ayudar a combatir el cambio climático. La gestión responsable de los bosques, incluida la tala controlada de algunos bosques boreales, tal y como se recoge en las normas del FSC, es necesaria para garantizar un planeta más sostenible.