Esclerosis lateral amiotrófica
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), a veces llamada enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurológica rápidamente progresiva que ataca a las células nerviosas responsables del control de los músculos voluntarios, como los de los brazos, las piernas y la cara.
La ELA causa debilidad con una amplia gama de discapacidades. Los primeros signos y síntomas incluyen:
- Dificultad para caminar o para realizar sus actividades diarias normales
- Debilidad en la pierna, los pies o los tobillos
- Caídas
- Debilidad o torpeza en las manos
- Alteración del habla o problemas para tragar
- Calambres musculares y espasmos en los brazos, hombros y lengua
- Dificultad para mantener la cabeza erguida o una buena postura
Con el tiempo, todos los músculos bajo control voluntario se ven afectados, y los individuos pierden su fuerza y la capacidad de mover sus brazos, piernas y cuerpo. La ELA no afecta a la capacidad de la persona para ver, oler, saborear, oír o reconocer el tacto.
Ataxia
La ataxia es una pérdida o disminución del control de las habilidades motoras finas. Puede estar causada por daños en el cerebelo, que está situado en la base del cerebro y es la región del cerebro que controla el control motor voluntario. El cerebelo puede resultar dañado por el abuso del alcohol, un accidente cerebrovascular, tumores, parálisis cerebral o esclerosis múltiple.
Los síntomas incluyen:
- Dificultad para abotonar una camisa.
- Una marcha inestable o dificultad para caminar.
- Poca coordinación en las manos y/o las piernas.
- Dificultad para realizar tareas como escribir a mano o comer con un tenedor.
- Movimiento anormal de los ojos o espasmos.
- Aumento de la dificultad para comer/tragar alimentos.
Epilepsia
La epilepsia, un trastorno resultante de una alteración de la conducción eléctrica de nuestro cerebro, puede ser el resultado de una serie de afecciones, causando síntomas similares a las convulsiones. Los síntomas incluyen:
- Confusión, generalmente temporal.
- Mirada al espacio.
- Pérdida total de la conciencia o de la memoria durante un cierto período de tiempo.
- Sacudidas, temblores o movimientos incontrolados de brazos y piernas.
- Pérdida de control muscular, lo que provoca incontinencia.
Las convulsiones pueden ser el resultado de una herencia genética, un traumatismo craneoencefálico, demencia o condiciones médicas como un ataque al corazón o un derrame cerebral que afectan al tejido cerebral. Debe buscar atención médica la primera vez que tenga una convulsión. Busque ayuda de urgencia si la convulsión dura más de cinco minutos, si se hace daño durante la misma, si está embarazada o si es diabético. Busque ayuda médica si es testigo de que alguien tiene una convulsión que cumple alguno de estos criterios o si no empieza a respirar o no recupera la conciencia inmediatamente.
Migraña
El aumento del estrés, la tensión y la falta de tiempo libre en el agitado mundo actual han incrementado la incidencia de migrañas en niños y adultos por lo demás sanos. Las migrañas pueden llevar el dolor de cabeza común al extremo, causando dolor intenso, alteraciones visuales, náuseas y sensibilidad al ruido o a la luz.
Las migrañas pueden controlarse a menudo mediante cambios en el estilo de vida y/o medicación.
Esclerosis múltiple (EM)
La aparición repentina de problemas de salud asusta, pero la intervención y el tratamiento tempranos pueden marcar la diferencia en la gravedad de los síntomas asociados. En la EM, nuestro sistema nervioso central resulta dañado por nuestro propio sistema inmunitario, lo que provoca síntomas como:
- Amortiguamiento u hormigueo en los brazos y/o las piernas, normalmente en un lado del cuerpo a la vez, o sólo en las piernas.
- Trastornos visuales, incluido un «punto ciego» o la pérdida de visión en un ojo; dolor causado por el movimiento de los ojos, visión doble o borrosa.
- Temblores o pérdida inexplicable de coordinación, incluida la dificultad para caminar o una sensación de inestabilidad o mareo.
- Dolor, hormigueo o sensación de que algo está «dormido».
- Fatiga inexplicable.
Enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo del sistema nervioso que afecta al movimiento. Se desarrolla gradualmente, comenzando a veces con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Aunque el temblor puede ser el signo más conocido de la enfermedad de Parkinson, el trastorno también suele causar rigidez o ralentización del movimiento.
Los signos y síntomas incluyen:
- Temblores
- Músculos rígidos y doloridos
- Deterioro de la postura y el equilibrio; caminar puede resultar difícil
- Movimientos lentos, especialmente al pasar de una posición de reposo como levantarse de la cama
- Pérdida de movimientos automáticos, como parpadear, sonreír o mover los brazos al caminar
- Debilidad de los músculos faciales y de la garganta
Un pequeño número de personas tiene síntomas en un solo lado del cuerpo que nunca se trasladan al otro lado.
EEG
Un electroencefalograma (EEG) es una prueba que mide y registra las ondas y la actividad cerebral. Se colocan varios electrodos, o sensores, en la cabeza y se conectan mediante cables a un ordenador. El ordenador registra la actividad eléctrica del cerebro en la pantalla o en papel en forma de líneas onduladas. Ciertas condiciones, como las convulsiones, pueden verse por los cambios en el patrón normal de la actividad eléctrica del cerebro. También se utiliza para evaluar a las personas que experimentan problemas relacionados con la función cerebral. Los problemas incluyen tumores, confusión, coma, dificultades de memoria a largo plazo o debilitamiento de partes específicas del cuerpo debido a un accidente cerebrovascular u otra enfermedad.
EMG
La electromiografía (EMG) mide la rapidez y la eficacia con que los nervios pueden enviar señales eléctricas por todo el cuerpo. Se suele realizar cuando los pacientes se quejan de una debilidad muscular inexplicable. El procedimiento de diagnóstico ayuda a distinguir entre la debilidad muscular debida a trastornos nerviosos y las afecciones musculares en las que el problema comienza en el músculo.
Para realizar la prueba, se introduce una pequeña aguja a través de la piel en el músculo y se pide al paciente que se mueva un poco para contraer el músculo que se está probando. La actividad eléctrica se detecta con esta aguja.
La electromiografía se utiliza para detectar la actividad eléctrica anormal del músculo que se produce en enfermedades y afecciones como: nervios pinzados, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), distrofia muscular, inflamación muscular, daños en los nervios periféricos (daños en los nervios de los brazos y las piernas), miastenia gravis, hernia discal y otras.
Mielografía
La mielografía es un tipo de examen radiográfico que utiliza un medio de contraste para detectar problemas en la médula espinal, incluyendo la localización de una lesión medular, quistes y tumores. El procedimiento suele consistir en la inyección de un medio de contraste en la columna cervical o lumbar, seguida de radiografías. Un mielograma puede ayudar a encontrar la causa del dolor que no se encuentra en una resonancia magnética o en un TAC.