¿Dónde se encuentra?
Este árbol tropical resinoso y dioico (las flores masculinas y femeninas se encuentran en árboles separados) crece en el sur de México (Mabberley, 2008).
Partes de la planta utilizadas:
La corteza del árbol.
¿Cómo se utiliza?
La corteza del árbol se decocta en agua y se toma como té. La decocción también puede tomarse fría, usarse como enjuague bucal para fortalecer las encías o aplicarse de forma tópica o intravaginal para diversos problemas, como sarpullidos e infecciones (Argueta, 1994).
¿Para qué se usa?
Se bebe una decocción hecha con la corteza para el tratamiento de problemas estomacales y úlceras gástricas (Quattroicchi, 2012). En la medicina tradicional mexicana, la corteza del árbol se decocta y se bebe en forma de té para un sinfín de problemas de salud, como úlceras gástricas, problemas hepáticos, como purificador de la sangre, para tratar infecciones renales, para bajar el colesterol, para los cálculos de la vesícula biliar, úlceras bucales, dolor de muelas, fiebres intermitentes, varices, diabetes, contra la fiebre tifoidea, la malaria y el cáncer de estómago. La corteza macerada en agua se bebe durante el día para las úlceras. Para las heridas, se bebe un té o se aplica la corteza pulverizada sobre la piel. La goma blanca o resina del árbol se aplica sobre la piel para tratar forúnculos o abscesos. La decocción de la corteza se aplica de forma tópica como lavado para problemas de la piel o sarpullidos en los bebés, para la caída del cabello, para las mordeduras y picaduras de animales venenosos, como ayuda para la cicatrización de heridas, por vía intravaginal para infecciones, fiebre puerperal, secreciones vaginales, para el desplazamiento del útero y para la «frialdad» del útero. Esta planta se considera de naturaleza «caliente» (Mendoza Castelán y Lugo-Pérez, 2011; Berdonces, 2009; Navarrete et al., 2006; Argueta et al, 1994; Martínez, 1989). De la madera se obtiene un colorante rojo (Berdonces, 2009; Mabberley, 2008).
Un estudio realizado por evaluó el potencial antiquorum sensing (proceso de comunicación célula-célula bacteriana que afecta a la patogenicidad bacteriana) de una mezcla de ácidos anacárdicos aislados del cuachalalate, para prevenir la aparición de infecciones bacterianas como opción alternativa a la terapia antibiótica. Los resultados del estudio mostraron que la mezcla de ácidos anacárdicos aislada de esta planta demostró ser anti-sensor de quórum en la bacteria patógena Pseudomonas aeruginosa (Castillo et al., 2013).
Un estudio evaluó el efecto inmunoestimulante de un extracto acuoso de cuachalalate sobre la respuesta celular inmune en ratones inmunodeprimidos. Los resultados del estudio mostraron que el extracto acuoso de esta planta resultó ser un agente inmunoestimulante positivo en ratones portadores de linfoma, apoyando así su uso en la medicina tradicional para un sistema inmune deprimido (Ramírez-Leon, et al., 2012).
Un estudio evaluó el efecto de un extracto de metanol de cuachalalate sobre la actividad antiinflamatoria y la farmacocinética del diclofenaco, un fármaco antiinflamatorio no esteroideo o AINE. Se estudió el efecto gastroprotector del extracto de la planta sobre la lesión gástrica inducida por el diclofenaco en ratas. Los resultados del estudio indicaron que el extracto de cuachalalate protegió la mucosa gástrica de las ratas del daño inducido por el diclofenaco sin alterar ni la actividad antiinflamatoria ni la farmacocinética de este fármaco (Navarrete et al., 2005).
Oviedo-Chávez et al. (2004) estudiaron las potenciales propiedades terapéuticas y antiinflamatorias del cuachalalate. Los investigadores evaluaron el uso de extractos acuosos (AE) y hexanos (HE) de cuachalalate en dos modelos de inflamación aguda en animales de laboratorio Los resultados del estudio indicaron que los AE y HE podrían poseer diferentes mecanismos de acción antiinflamatoria.
La resina de cuachalalate contiene potenciales compuestos antiinflamatorios, entre los que se encuentran los ácidos masticadienónico, alfa-hidroximasticadienónico y masticadienónico/isomasticadienónico. Dado que este árbol es dioico (las flores masculinas y femeninas se encuentran en árboles separados), se aislaron importantes acumulaciones de ácidos masticadienónicos, alfa-hidroximasticadienónicos y mezclas de ácidos masticadienónicos/isomasticadienónicos de los árboles femeninos y una mezcla de ácido alfa-hidroximasticadienónico, así como un compuesto aún no identificado, de los árboles masculinos. Los resultados de un estudio preliminar sobre su uso potencial como antiinflamatorio mostraron que el compuesto ácido alfa-hidroximasticadienónico demostró una fuerte actividad antiinflamatoria (Olivera-Ortega et al., 1999).