Signos iniciales de daño cerebral infantil
Las anomalías físicas y funcionales no siempre están presentes. El temperamento de un bebé puede apuntar a un posible daño, según los síntomas. Un bebé que no puede dormir cuando está acostado, llora más de lo normal o no se alimenta correctamente puede tener un daño cerebral. Puede parecer inquieto pero no tener una causa aparente para estarlo. Una variedad de otras condiciones subyacentes pueden causar estos síntomas, por lo que se necesita una evaluación médica adicional para determinar si hay, de hecho, una lesión cerebral.
Síntomas y desarrollo infantil
Muchos problemas relacionados con lesiones cerebrales no son perceptibles hasta más tarde. A menudo se manifiestan cuando se espera que un bebé o un niño supere con facilidad los hitos del desarrollo. Los principales síntomas de los daños pueden desglosarse en cuatro categorías:
Cognitivos: A lo largo del desarrollo infantil, se espera una serie de hitos de atención/concentración, memoria, procesamiento de la información y lenguaje. Incluso a una edad temprana, los bebés demuestran el deseo de comunicarse. Los problemas cognitivos suelen detectarse antes, pero muchas veces no se diagnostican adecuadamente hasta que el niño entra en la escuela, momento en el que las evaluaciones pueden señalar con precisión el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención o el síndrome de Asperger.
Perceptual: Un niño puede mostrar signos de desorientación espacial o cambios en su visión o audición. También pueden parecer más sensibles al dolor. Esto puede no ser obvio en un bebé, aunque puede llorar más a menudo si la hipersensibilidad al dolor es un problema. Puede que no empiecen a gatear o que lo hagan de una forma no esperada a su edad si hay problemas de percepción.
Físicos: Los signos físicos más evidentes de una lesión cerebral infantil son la parálisis y los temblores, pero la fatiga extrema, los problemas de sueño y la sensibilidad a la luz también pueden ser sintomáticos. El bebé debería alcanzar hitos como gatear o levantarse por sí mismo sin ayuda. Comenzará a sentarse por sí mismo y desarrollará un agarre firme de los objetos, a menos que algo vaya mal. A medida que pasa el tiempo, los niños normalmente mejorarán al caminar, correr, saltar/saltar o subir y bajar escaleras.
Comportamiento y emociones: Los bebés con lesiones cerebrales pueden negarse a alimentarse o tener dificultades para dormirse. Pueden llorar en exceso y estar muy inquietos. El llanto agudo es un signo de problemas como la encefalopatía bilirrubínica aguda, una forma avanzada de ictericia. Si el estado conductual o emocional de un bebé parece inusual, puede significar muchas cosas, pero es una buena idea investigar cualquier posible problema neurológico.