Opciones de tratamiento para el adenocarcinoma (tumor de tiroides)

El curso del tratamiento dependerá del tamaño del tumor, el grado de penetración, la presencia o ausencia de metástasis, y si hay signos de tirotoxicosis (una condición en la que la glándula tiroides produce hormonas excesivas). La extirpación quirúrgica de los tumores tiroideos cancerosos suele ser difícil porque pueden invadir los vasos sanguíneos locales u otros tejidos. Por lo tanto, la radiación o la quimioterapia se recomiendan con mayor frecuencia para aquellas masas que se extirpan de forma incompleta o que son demasiado grandes para una cirugía exitosa. La radiocirugía estereotáctica (SRS) es una forma avanzada de radioterapia que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de personas con cáncer, incluido el de tiroides. La SRS está diseñada para curar el cáncer, no sólo para aliviar los síntomas. Lo que diferencia a la SRS es su precisión sin precedentes, que permite destruir el tumor con un daño mínimo a las células sanas que lo rodean. La SRS es una terapia no invasiva que prima la calidad de vida de su mascota. Hay muchas menos sesiones de tratamiento, eventos anestésicos y efectos secundarios, en comparación con la radioterapia convencional. El tratamiento con yodo radiactivo (I-131) a menudo ha demostrado ser un complemento eficaz para el tratamiento de los tumores de tiroides. El I-131 puede utilizarse en pacientes que no son candidatos a la cirugía o en los que se ha identificado una invasión vascular a pesar de la extirpación quirúrgica. Es importante realizar un examen exhaustivo del tumor extirpado, para determinar si algún tratamiento adicional (quimioterapia, radioterapia, tratamiento con I-131, etc.) sería beneficioso.

Tumores de tiroides en perros: esperanza de vida, supervivencia y pronóstico

La extirpación quirúrgica de los tumores de tiroides tiene el mejor resultado si la masa se puede mover libremente, tiene menos de 4 cm de tamaño, no se ha extendido y, por lo tanto, se puede extirpar completamente. Puede lograrse una supervivencia a largo plazo (de 1 a 3 años) tanto en perros como en gatos. Es habitual que se necesiten medicamentos después de la cirugía. Si se extirpan ambas glándulas tiroideas, es posible que su veterinario tenga que comprobar varias veces los niveles de calcio de su mascota durante la recuperación. Esto se debe a que parte del tejido paratiroideo se extirpa con las glándulas tiroideas, y las glándulas paratiroideas desempeñan un papel en la regulación del calcio. Si la cirugía no es posible, entonces la SRS puede ser una opción viable y exitosa.

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