Entonces, ¿para qué sirvió el transistor?
Los transistores pueden haber sido útiles para la compañía telefónica y para un puñado de científicos que construían ordenadores, pero eso no fue suficiente para construir una industria. Las empresas compraban con avidez las licencias de los transistores a Bell, pero si querían tener éxito, tenían que conseguir ventas. Tenían que llamar la atención del público. Eso ocurrió con la radio portátil.
La primera radio de transistores fue un proyecto conjunto entre la División Regency de Industrial Development Engineering Associates y Texas Instruments. TI sabía que necesitaba un producto divertido para llamar la atención del país. Pensaron que una radio era lo más adecuado para causar sensación. TI construyó los transistores y Regency la radio. El 18 de octubre de 1954, el Regency TR1 salió al mercado. Tenía apenas cinco pulgadas de altura y utilizaba cuatro transistores de germanio.
Una empresa japonesa de nueva creación se convierte en un gigante
Aunque el Regency se vendió en todas partes, no se mantuvo en el mercado. Texas Instruments causó la sensación que quería y luego pasó a otras cosas.
Pero en Japón, una pequeña empresa tenía otras ideas. Un fabricante de grabadoras llamado Tokyo Tsushin Kogyo también había decidido fabricar pequeñas radios. De hecho, iban a dedicar toda su empresa a productos comerciales como ese.
Tsushin Kogyo estaba a punto de fabricar sus primeras radios cuando se enteró de que una empresa americana se les había adelantado. Pero siguieron trabajando duro y finalmente produjeron una radio a la que llamaron TR-55. Cuando Regency dejó de producir la TR1, en la primavera de 1955, la empresa japonesa estaba preparada para entrar en el mercado estadounidense.
El único problema era que el nombre de la compañía era poco apropiado para los americanos. Necesitaban un nuevo nombre. Ibuka y su socio Akio Morita pensaron y pensaron. Primero, encontraron la palabra latina sonus que significa «sonido». Fue un buen comienzo. En aquella época, a los jóvenes brillantes se les llamaba «sonny boys», y esa era también una buena imagen. Combinando los dos conceptos, desarrollaron un nuevo nombre: Sony.
Y el resto, como se dice, es historia.
¡Esto es lo que vale!
Con la radio de transistores, la música y la información se volvieron repentinamente portátiles. No importaba lo aislado que estuvieras, podías escuchar las noticias del mundo. Y para los adolescentes, que de repente podían escuchar música donde quisieran, lejos de los oídos de los adultos, provocó una revolución musical: el rock n’ roll.
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