Qué quiere Dios que haga con mi vida?

Probablemente en algún momento te has hecho la pregunta ¿Qué quiere Dios que haga? Puede que te lo hayas preguntado en relación con tu vida en general o debido a algún problema o decisión importante que estabas afrontando. En cualquier caso, es una pregunta difícil de responder. ¿Cómo podemos averiguar lo que el Dios del universo quiere para nosotros?

Una de las cosas que me gustan de la Biblia es su claridad. Claro que tiene algunos pasajes confusos y ciertos temas requieren mucho estudio. Pero no cuando se trata de resolver esta cuestión. Las respuestas de Dios son claras, concisas y directas.

La respuesta a la pregunta ¿Qué quiere Dios que haga? Si no tienes una relación con Él, hay un primer paso que Él quiere para ti. Después de eso, hay otros dos pasos que Él quiere que tomes. Veámoslos uno a la vez.

¿Qué quiere Dios que haga primero?

Más que nada, Dios quiere tener una relación contigo. Él te ama más que nada y quiere que experimentes ese amor. Sin embargo, para tener esa relación, primero debes creer que su Hijo, Jesucristo, murió para redimirte de tu pecado.

Dios demostró su amor al enviar a Jesús a morir por ti. Juan 3:16-17 lo expresa así:

«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él»

Jesús vino a salvarte. Pero, ¿por qué tenía que hacerlo? ¿Qué hay en una vida que necesita ser salvada?

Por decirlo simplemente, Dios es perfecto y nosotros no. Romanos 3:23 dice: «…por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios». Ese pecado causa una separación espiritual que necesita ser arreglada si alguna vez voy a tener una posición correcta ante Dios.

Romanos 6:23 dice, «…Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor». La muerte de Jesús en la cruz y nuestra creencia en Él se convirtieron en la forma de salvar la brecha entre nosotros y Dios. Al creer y aceptar a Jesús como nuestro Salvador disfrutamos de la recompensa de la eternidad en el cielo con Dios.

Dios quiere tener una relación contigo. Eso es lo primero que quiere que hagas con tu vida. Él será paciente. Como nos dice II Pedro 3:9 él no quiere que ninguno perezca sin conocerlo. Él quiere que todos vengan al arrepentimiento y a la aceptación de quién es Él.

Espero que usted ya haya creído y haya entregado su vida a Dios. Si lo has hecho, entonces hay una segunda cosa que Él quiere que hagas con tu vida.

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¿Qué quiere Dios que haga en segundo lugar?

Un día Jesús estaba teniendo una conversación con algunos líderes religiosos. Uno de los líderes se acercó a Jesús con una simple pregunta. Le preguntó a Jesús: «Maestro, ¿cuál es el mayor mandamiento de la ley?».

Ahora la pregunta era simple pero complicada. Había cientos de leyes establecidas en la Biblia para que los judíos las siguieran. ¿Cómo podría Jesús reducirlo a un gran mandamiento que fuera mejor que todos los demás?

Pues no escogió uno. En su lugar, resumió toda la ley en dos declaraciones. Dijo,

«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos depende toda la Ley y los Profetas». (Mat. 22:37-38)

La respuesta de Jesús a estos líderes religiosos era aplicable entonces y es aplicable a nosotros hoy. Sirve como la segunda cosa que Dios quiere que hagas con tu vida. Si ya has creído en Jesús, entonces los siguientes pasos son bastante claros. Debemos:

1. Amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente y…

1. Amar a nuestro prójimo (todas las personas) como a nosotros mismos.

Si hacemos esas dos cosas, estamos viviendo la esencia de lo que Dios quiere para nosotros. Al amar a Dios con todo nuestro ser, elegiremos seguirlo y ser obedientes a él. Al amar a otros, tenemos la oportunidad de ser usados por Dios para llevar a otras personas al conocimiento de Él.

No es que estas dos cosas sean fáciles. Tenemos asuntos que se interponen y perturban nuestro amor a Dios. Y también tenemos cosas que se interponen en el camino de nuestro amor por los que nos rodean.

Sin embargo, esas dos cosas son claramente Su deseo para nosotros. Jesús dijo que todas las leyes y profecías de la Biblia tienen su origen en esos dos mandatos. Si nos esforzamos por cumplir ambos, estaremos en el buen camino para hacer lo que Dios quiere.

¿Pero qué pasa con todas las circunstancias difíciles de la vida en las que no sabemos qué hacer? Dios también tiene una respuesta para eso, aunque no va a ser la misma para todos nosotros.

Por último, haz esto

El tercer caso en el que podríamos preguntarnos el ¿Qué quiere Dios que haga? es cuando nos enfrentamos a una decisión difícil en nuestra vida. Tal vez usted esté analizando dónde ir a la universidad o con quién casarse o qué decisión profesional tomar. Tal vez tienes una situación difícil con un familiar o amigo y no sabes qué camino tomar. O tal vez está luchando con algún otro asunto personal y se siente sin dirección y que no hay salida.

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El reto de las decisiones difíciles en la vida es que ninguna otra persona puede decirte exactamente qué hacer. Puedes buscar el consejo de otros, pero la decisión tiene que venir de ti. Afortunadamente, para aquellos que tienen una relación con Dios, Él nos ha proporcionado un camino para llegar a él.

Si no sabes qué hacer, sigue las indicaciones de Santiago 1:5. Aquí Santiago escribe,

«Si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídala a Dios, quien la da a todos con liberalidad y sin reproche, y le será dada»

Cuando no sabes lo que Dios quiere que hagas con tu vida, el primer paso para averiguarlo TIENE que ser orar por sabiduría. Y, según el versículo, ¿cuál es la clara promesa cuando oramos por ella? Sabiduría -dada generosamente por Dios- para tomar la decisión correcta.

Dios nos guiará hacia la respuesta correcta cuando le pidamos. No nos decepcionará. La comprensión de la respuesta puede llevar algún tiempo, pero Dios dirigirá nuestros pensamientos si se lo permitimos.

Filipenses 4:6-7 lo pone de esta manera,

«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias; y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús»

Cuando oramos y pedimos ayuda para tomar una decisión, Dios nos concederá sabiduría. Y también nos dará algo que no se puede explicar: Su paz. Es una paz que no podemos entender. No podemos comprenderla. Pero podemos sentirla. Podemos conocerla. Podemos experimentarla.

Y es en esos momentos de paz, después de mucha oración y contemplación, cuando llega la respuesta a tu difícil circunstancia vital.

¿Qué quiere Dios que haga con mi vida? Está claro que quiere que le conozca. Después de que eso ocurra, le serviré con todo lo que tengo y amaré a los demás.

Y cuando lleguen esos momentos difíciles, me dirigiré a Él en oración para obtener las respuestas. Especialmente puedo orar por sabiduría y ser paciente para la respuesta. Su promesa es que Él me guiará en cada paso del camino.

Responde una pregunta o deja un comentario abajo: ¿Has entregado tu vida a Dios? Si no es así, ¿qué es lo que te retiene? ¿Estás lidiando con una circunstancia difícil en este momento? ¿Has sentido alguna vez que Dios no te ayudaba a tomar una decisión? ¿Qué podemos hacer más para mostrar amor a los que nos rodean?