Muchas personas creen que lo único que harán los creyentes en el cielo es cantar canciones de adoración a Dios. Esto parece que se convertiría en algo aburrido de hacer por la eternidad. ¿Qué haremos realmente en el cielo?
La Biblia no responde completamente a esta pregunta, pero describe varias de las actividades eternas en las que participarán los creyentes en el cielo. Al ver estas actividades, está claro que el cielo será un lugar emocionante.
Primero, claramente adoraremos al Señor. Apocalipsis 5:13 comparte: «Y oí a toda criatura en el cielo y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, y todo lo que hay en ellos, diciendo: ‘¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sea la bendición y el honor y la gloria y el poder por los siglos de los siglos!» Esto incluirá la adoración junto a los ángeles, así como a los creyentes de todas las edades y lugares, de todas las naciones y pueblos de la tierra.
En segundo lugar, haremos un banquete y comeremos con el Señor y su pueblo: «En este monte Jehová de los ejércitos hará para todos los pueblos un banquete de ricos manjares, un banquete de vino bien añejo, de ricos manjares llenos de tuétano, de vino añejo bien refinado» (Isaías 25:6). Otros pasajes señalan que Jesús habla de banquetes o comidas en la eternidad futura (Mateo 8:11; Lucas 22:30).
En tercer lugar, viviremos junto con todos los demás creyentes en el cielo. Esto incluirá a los santos de la antigüedad, como Abraham, Moisés y David. ¿Qué tan emocionante será esto? Además, se reunirá con los creyentes que son padres, abuelos, cónyuges, hijos, nietos y otros seres queridos de los que hemos sufrido una dolorosa separación en esta vida. Esto por sí solo es lo suficientemente emocionante como para anticipar el cielo.
En cuarto lugar, celebraremos por toda la eternidad en el cielo. Para los que disfrutan de las fiestas, el cielo será la mayor fiesta de todos los tiempos. Apocalipsis 19:9 y otros lugares describen la futura cena de las bodas del Cordero como un momento de gran alegría y celebración.
Quinto, continuaremos sirviendo al Señor. Jesús afirmó la Ley del Antiguo Testamento: «Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás» (Mateo 4:10). Esta estrecha conexión entre la adoración y el servicio continuará en el cielo en formas que no comprenderemos plenamente hasta ese momento.
En sexto lugar, el entorno será sorprendente. Las descripciones del nuevo cielo, la tierra y la ciudad celestial en Apocalipsis 21-22 proporcionan una imagen deslumbrante del futuro hogar del creyente, un lugar que debería hacernos anticipar enormemente el vivir allí por la eternidad.
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