Antes del limón, existía la cidra.
Esta antigua fruta se parece a un limón con la piel llena de bultos, pero en realidad es uno de los cítricos más antiguos y originales, a partir del cual se desarrollaron todos los demás tipos, incluidos los más conocidos limones y limas.
Se cree que la cidra es originaria de Asia y ha sido utilizada por culturas de todo el mundo durante siglos. La fruta es venerada tanto por sus impresionantes beneficios para la salud -está repleta de antioxidantes y tiene más vitamina C que un limón- como por su potente fragancia.
Aunque no es probable que encuentre cidras entre las manzanas y las naranjas de su supermercado local, puede localizarlas en una tienda especializada o en un supermercado asiático de su zona. A continuación le explicamos por qué merece la pena buscar estas frutas únicas.
¿Qué es una cidra?
La cidra es un cítrico grande y extremadamente aromático, que contiene sólo una pequeña cantidad de pulpa y zumo -o ninguno- dentro de una espesa y esponjosa médula blanca. Su cáscara, a menudo abultada y dura, está repleta de fragantes aceites esenciales.
Los citrones pueden tener un color que va desde el verde hasta el amarillo-naranja brillante, y existen diversas variedades e híbridos, que pueden variar significativamente en forma y tamaño.
Un ejemplo notable es el peculiar citrón de dedos, conocido como mano de Buda. Tradicionalmente utilizada como ofrenda religiosa en los templos budistas, esta extraña pero preciada variedad se segmenta de forma natural en una masa de largos y nudosos «dedos», de color amarillo brillante y de aroma aún más intenso. En la cocina, la fruta es apreciada por su cáscara de aroma floral.
Beneficios para la salud
Ricos en vitaminas y nutrientes, los cidros se han utilizado durante mucho tiempo en la medicina tradicional para una amplia gama de afecciones, desde problemas digestivos hasta el resfriado común. Los antiguos griegos lo utilizaban incluso como antídoto contra el veneno. En Corea, la yuja, una variedad coreana de la cidra, se sigue preparando con miel en una tisana calmante llamada yujacha, como remedio casero natural para el dolor de garganta y los resfriados.
Estos son otros de los increíbles beneficios de la cidra para la salud:
Propiedades anticancerígenas: Los altos niveles de antioxidantes de los cítricos pueden ayudar a eliminar los radicales libres del cuerpo, inactivar los carcinógenos y ralentizar el progreso de la enfermedad.
Reducción de la presión arterial: La vitamina C, el potasio y los electrolitos que se encuentran en los cítricos reducen la tensión de las arterias, disminuyendo la presión arterial y reduciendo así el riesgo de derrame cerebral, enfermedad cardíaca y aterosclerosis.
Mejora del sistema inmunológico: Las elevadas cantidades de vitamina C de los cítricos estimulan el sistema inmunitario para que produzca más glóbulos blancos que combatan las infecciones.
Equilibrar los niveles de ácido en el intestino: El aceite y el zumo de los cítricos son capaces de mejorar la digestión al equilibrar el nivel de ácido en el intestino. Esto también ayuda a eliminar problemas como el estreñimiento, las náuseas y la flatulencia.
Pérdida de peso: Añadir zumo de cidra al agua caliente y beberlo puede ayudar a impulsar el metabolismo del cuerpo y poner en marcha el proceso de quema de grasa.
Propiedades analgésicas, antibióticas y antiinflamatorias: El cidro puede ayudar a aliviar el dolor agudo, los dolores de cabeza y la artritis.
Aliviar la tos y el dolor de garganta: La fruta del cidro se ha utilizado durante años para ayudar a tratar el resfriado común y suprimir la fiebre.
Nota: Siempre se aconseja consultar primero a su médico sobre cómo el cidro puede afectar a su salud.
Usos culinarios
Mientras que otros cítricos se utilizan principalmente por su pulpa y sus zumos, los cítricos tienen poco que decir; en su lugar, su gruesa médula y su fragante cáscara acaparan el protagonismo.
La cáscara de cítricos puede utilizarse igual que la cáscara de limón: espolvoreada sobre la pasta, mezclada en salsas y aderezos, o mezclada en masas para perfumar galletas y pasteles dulces. Para obtener un producto básico de despensa versátil y un regalo creativo, pruebe a utilizar la ralladura para hacer azúcar perfumada y sal aromatizada.
Las tiras enteras de cáscara, por su parte, se pueden utilizar para hacer licores infusionados y jarabes sencillos, mientras que la médula se puede incluso cortar en tiras finas y comerla cruda, como en una ensalada o sobre pescado al vapor.
Los citrones también pueden encurtirse o cocinarse para hacer mermeladas y confituras, o cortarse en trozos, con la médula y todo, y confitarse. Cocinados lentamente en jarabe de azúcar, los trozos de cidra se vuelven translúcidos y masticables, con un dulzor floral y ligeramente cítrico, a veces matizado con un toque de amargura. La cidra confitada es un ingrediente habitual en productos horneados, como la tarta de frutas, el panettone italiano y otros dulces navideños, pero puede disfrutarse igualmente por sí sola, como una delicia dulce, pegajosa y aromática.
Otro uso popular de la cidra es el té de miel y cidra, una tisana dulce y relajante que puede disfrutarse caliente o fría. La empresa surcoreana de miel y té Kkoh Shaem Food elabora una versión de gran calidad, con yuja, o cidra coreana, mezclada con miel en una base espesa parecida a la mermelada. Basta con mezclar una cucharada con agua y disfrutar: una de las formas más fáciles y deliciosas de aprovechar todos los beneficios de esta fruta milenaria.