Una persona puede ganar algo de peso cuando toma Lexapro. Esto puede ocurrir por diferentes razones. Lexapro aumenta la serotonina, que desempeña un papel en el control del peso. El medicamento puede aumentar el apetito directamente, o una persona puede empezar a comer más a medida que su depresión o ansiedad disminuye.
La pérdida de peso es un efecto secundario menos común, pero puede ocurrir a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. Algunas personas también pueden descubrir que tienen más energía o más ganas de hacer ejercicio a medida que la medicación alivia su depresión. Este alivio de los síntomas también podría poner fin a patrones de comportamiento poco saludables, como los atracones, lo que podría conducir a una cierta pérdida de peso.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos incluye el aumento del apetito como uno de los efectos secundarios reconocidos de Lexapro. El hecho de tener un mayor apetito suele dar lugar a que la persona coma más, lo que puede provocar un aumento de peso. Sin embargo, algunas personas que toman Lexapro no experimentan ninguno o sólo algunos de los efectos secundarios relacionados con este medicamento.
La depresión y la ansiedad pueden afectar a los hábitos alimenticios de una persona. Pueden hacer que una persona tenga menos apetito, sienta menos placer por la comida o se sienta ansiosa por comer. A medida que las personas reciben tratamiento para su depresión o ansiedad, estos síntomas deberían disminuir o desaparecer. Esto puede aumentar el placer de una persona por la comida, o reducir cualquier ansiedad relacionada con la alimentación.
Un estudio realizado en 2014 en Nueva Inglaterra analizó los cambios de peso durante un período de 12 meses en personas que tomaban una serie de antidepresivos, incluido el Lexapro. Los investigadores utilizaron citalopram como fármaco de referencia para la comparación.
Todos los ISRS del estudio provocaron un aumento gradual de peso. El único ISRS que causó una cierta pérdida de peso inicial antes del aumento de peso fue la fluoxetina.
El aumento de peso medio de Lexapro fue inferior al 0,5 por ciento. El aumento de peso más significativo se produjo en hombres jóvenes y en aquellos que tenían un índice de masa corporal (IMC) bajo antes de iniciar el tratamiento.
Una investigación realizada en 2017 analizó el papel que desempeñan los ISRS en el aumento de peso y descubrió que algunos factores de riesgo específicos aumentaban la probabilidad de que una persona aumentara de peso al tomar estos antidepresivos. Estos factores incluían:
- tener un estilo de vida sedentario
- fumar
- consumir una dieta rica en carne procesada, productos lácteos y carbohidratos refinados
Un estudio de 2011 comparó directamente Lexapro con nortriptilina, que es un antidepresivo tricíclico más antiguo. Los autores descubrieron que Lexapro era el menos propenso de los dos fármacos a provocar un aumento de peso.
No está del todo claro por qué tomar ISRS como Lexapro puede provocar un aumento de peso. Es necesario realizar más investigaciones para dar una respuesta definitiva.