Es la clásica escena de «Un cuento de Navidad»: el pobre Flick se atreve por partida triple a pegar su lengua a un poste congelado, se queda atascado y los bomberos tienen que venir a rescatarlo delante de todos sus amigos. Como descubrió por las malas, el fenómeno se produce de verdad.
¿Por qué se te pega la lengua a un poste congelado? Dado el frío que hace en el centro de Oregón, esta es una pregunta que surge inevitablemente. Y aunque podemos ahorrarnos la vergüenza y tomar una lección de Flick para satisfacer nuestras propias curiosidades (en serio… ¡no lo intentes en casa!), sigue siendo fascinante investigar la ciencia que hay detrás de por qué tu lengua se queda pegada a objetos congelados.
Cómo se mantiene caliente tu lengua
Tu lengua está cubierta de humedad, que empieza a congelarse cuando su temperatura desciende por debajo de los 32°F. El cuerpo contrarresta esta congelación bombeando sangre caliente a la lengua, que calienta la humedad por conducción. La energía térmica de la sangre excita los átomos de la lengua. Esto hace que absorban energía y vibren, haciendo que su temperatura aumente, pasando la energía por la línea hasta que finalmente calienta la humedad de la superficie.
Conductividad térmica del metal
El metal es un conductor mucho mejor que tu lengua (hasta 400 veces más potente). Los átomos de los metales sólidos están empaquetados estrechamente y transfieren la energía térmica más fácilmente de lo que es capaz tu lengua, por lo que toma el calor más rápido de lo que tu cuerpo puede reponerlo. El metal también tiene electrones libres que aumentan la conductividad moviéndose de átomo en átomo y absorbiendo energía térmica en el asta congelada, agitando otros átomos.
Sumando dos y dos
Cuando tu lengua toca el asta, la humedad de tu lengua pierde calor. La temperatura de la humedad baja. El agua se congela dentro de los pequeños poros e irregularidades de la superficie de tu lengua y del asta. Estás atascado.
¿Cómo te liberas?
No intentes arrancar la lengua a no ser que quieras que quede un trozo en el mástil. Pide ayuda o pide a un amigo que vierta agua caliente en la zona donde la lengua se une al poste, y la lengua debería liberarse. Incluso si se libera, puede dañarse la lengüeta. Lo mejor es mantenerse alejado de los postes metálicos congelados.