Aunque parezca poco probable, los corredores pueden tener oído de nadador a pesar de que el deporte rara vez incluye pasar tiempo en la piscina. El culpable de la infección: los auriculares.
¿Qué es?
Para los que no lo sepan, la otitis externa es una infección causada por un exceso de humedad en el canal auditivo. Cuando la infección se instala, la persona sentirá un dolor agudo en el oído infectado, hinchazón, secreción o incluso dolor en el lado de la cara. Los casos más graves provocan la pérdida de audición. Para muchos deportistas, la causa más común es tener la cabeza sumergida en el agua. Pero también puede ocurrir cuando el auricular actúa como un tapón que no permite que la transpiración salga o se seque. Entonces, la humedad se acumula, queda atrapada tras la cera y se convierte en una infección.
Cómo evitarla
El doctor Eugene Chio, profesor adjunto del Centro Médico Wexner de Ohio State, dice que los corredores deben ser conscientes de este problema si usan auriculares mientras corren. «Lo vemos con más frecuencia entre las personas que corren distancias más largas o triatlones», dice. Afirma que el uso de auriculares durante una carrera de 30 minutos no es probable que provoque una infección, pero que los corredores que los llevan con regularidad y durante periodos prolongados deben tener cuidado.
«Lo principal es dejar que los oídos tengan la oportunidad de secarse», dice Chio. Eso puede significar dejar los auriculares en las carreras más largas o quitárselos durante algunos tramos de la carrera. Y una vez en la puerta, Chio recomienda quitárselos lo antes posible.
¿Qué debes hacer si te contagias?
Si te contagias, evita el Q-tipping. Eso sólo empujará la cera más profundamente en el oído. En su lugar, Chio sugiere poner un par de gotas de alcohol en el oído irritado. Si sientes que la infección se está desarrollando, conecta el secador de pelo. Al soplar el aire caliente en el canal auditivo se secará también la humedad y se cortará de raíz la otitis externa. Por supuesto, siempre existe la opción de prescindir totalmente de la música.