El pollo se marina con sal y se cuece en su totalidad en agua caliente o en caldo de pollo con jengibre. Otras variantes sazonan el líquido de cocción con ingredientes adicionales, como la parte blanca de la cebolla verde, tallos de cilantro o anís estrellado. Cuando el agua empieza a hervir, se apaga el fuego y se deja que el pollo se cocine en el calor residual durante unos 30 minutos. La piel del pollo seguirá siendo casi blanca y la carne estará bastante tierna y jugosa. El plato puede servirse «poco hecho», en el que la carne está bien cocinada pero de los huesos sale una sangre de color rojo oscuro rosado. Esta es una versión más tradicional del pollo cortado en blanco que ya no se sirve en los restaurantes chinos. El pollo se suele enfriar antes de cortarlo en trozos.

El pollo se sirve en trozos, con la piel y el hueso, a veces adornado con cilantro, puerros y/o una rodaja de jengibre. Se suele acompañar de un condimento llamado geung yung (chino: 薑蓉; pinyin: jīang róng; yale cantonés: gēung yùng; lit. ‘pasta de jengibre’) elaborada combinando jengibre finamente picado, ajo finamente picado, cebolla verde, sal y aceite caliente. Otras salsas pueden ser la mostaza picante, la salsa hoisin, la salsa de soja, la salsa de ostras o la salsa de chile.

  • Geung yung, condimento a base de jengibre picado, cebolleta y ajo

  • Versión seca

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