Los hospitales locales, los departamentos de salud y las organizaciones religiosas suelen estar conectados con recursos sanitarios de la comunidad que ofrecen servicios como la instalación de equipos de seguridad en los hogares; la provisión de recursos alimentarios; la facilitación de la evaluación y el tratamiento de la salud conductual; y la provisión de transporte, vacunas y otras prestaciones a las personas y familias con bajos ingresos.
Los consultorios pueden elaborar una carpeta de recursos con información sobre los servicios comunitarios locales a los que se puede acceder fácilmente cuando se atiende a los pacientes que lo necesitan. Esta sencilla medida incorpora los recursos de la comunidad en el flujo de trabajo diario de la atención al paciente, empoderando así al equipo de atención.
Participar en la investigación que produce evidencia relevante
Mucha de la investigación que existe sobre los efectos de la pobreza en la salud se limita a identificar las disparidades de salud. Esto es insuficiente. La investigación que evalúa intervenciones específicas es necesaria para obtener información sobre lo que efectivamente alivia los efectos de la pobreza en la prestación de atención médica y los resultados. Los médicos de familia pueden desempeñar un papel fundamental en esta investigación porque tenemos una estrecha relación con los pacientes de bajos ingresos.26
Abogar por los barrios y comunidades de bajos ingresos
Los médicos de familia somos líderes de la comunidad, por lo que podemos abogar eficazmente por iniciativas que mejoren la calidad de vida en los barrios de bajos ingresos. Algunas formas de defensa, como la promoción de la expansión de Medicaid en un estado, son obvias. Otros esfuerzos pueden ser específicos de la comunidad a la que se presta servicio. Por ejemplo, un terreno vacío puede convertirse en una cancha de baloncesto o de fútbol. Un centro comunitario puede ampliar los programas de asesoramiento sanitario entre iguales. Se puede iniciar un programa de caminatas entre los residentes de una vivienda pública. La colaboración con los organismos locales encargados de hacer cumplir la ley puede fomentar la confianza de la comunidad y evitar el potencial de opresión.27
Los médicos de familia tienen socios locales en la defensa de sus intereses, por lo que no tenemos que actuar de forma aislada. Como resultado de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (ACA), los hospitales sin ánimo de lucro informan regularmente de las evaluaciones de las necesidades de la comunidad y trabajan con los departamentos de salud locales para establecer planes de acción que aborden las necesidades identificadas. Una evaluación de las necesidades sanitarias de la comunidad (CHNA, por sus siglas en inglés) refleja la percepción de las necesidades de una comunidad específica, y cada plan de acción esboza soluciones multisectoriales para satisfacer las necesidades sanitarias locales. Las CHNA locales suelen estar disponibles en línea, al igual que los planes de acción asociados. Los médicos de familia pueden utilizar la información de la CHNA para acceder al liderazgo sanitario local y unir fuerzas alineadas para lograr una salud óptima para todos en las comunidades a las que servimos, apoyando así la visión de la AAFP.
Autores principales:
Patricia Czapp, MD
Kevin Kovach, MSc, CHES
Los autores agradecen a Robert «Chuck» Rich Jr, MD, FAAFP, presidente de la Comisión de Salud del Público y la Ciencia (CHPS), así como a los miembros de la CHPS; y a los miembros del Subcomité de Equidad Sanitaria (SHE), por sus contribuciones.
Gracias adicionales al personal de apoyo:
Melanie D. Bird, PhD
Melody Goller, BSHA, CMP
Bellinda K. Schoof, MHA, CPHQ
Nicole Williams, MPH
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(2015 COD)