Los piojos de la cabeza o Pediculus humanus capitis, atacan hasta 12 millones de niños cada año. Los piojos se contagian por contacto directo con el pelo infestado. Compartir peines, cepillos, camas y sombreros también puede contribuir a la propagación de estos parásitos. Las infestaciones por piojos en EE.UU. son más frecuentes en las niñas y provocan estigmatización y absentismo escolar o en la guardería.1, 2
El ciclo vital de un piojo se divide en tres etapas. La hembra del piojo adulto pone huevos (liendres) que eclosionan al cabo de ocho o nueve días. El piojo joven (ninfa) madura hasta convertirse en adulto en un plazo de nueve a doce días. El piojo adulto suele vivir aproximadamente un mes y se alimenta de sangre humana. Los piojos adultos suelen ser de color bronceado a gris y miden entre dos y tres milímetros. Las liendres suelen ser de color amarillo a blanco y tienen un tamaño inferior a un milímetro. Los piojos suelen morir después de uno o dos días sin acceso a una comida de sangre. Los piojos no parecen causar enfermedades, pero pueden producirse infecciones bacterianas posteriores por el rascado.
Los signos y síntomas de los piojos incluyen cosquillas en el cuero cabelludo, dificultad para dormir y rascado excesivo. El diagnóstico puede ser difícil, ya que el piojo se mueve rápidamente y se confunde con el tallo del cabello. Las liendres suelen encontrarse a unos 5 milímetros del cuero cabelludo durante las infestaciones activas. Todos los miembros de la familia deben ser evaluados en busca de piojos si uno de los niños tiene una infestación.
Los piojos de la cabeza durante el embarazo y la lactancia pueden tratarse con pediculicidas que incluyen permetrina, malatión e ivermectina. Hay estudios que demuestran que estos agentes no aumentan el riesgo de defectos de nacimiento.3-5 Tampoco es probable que pasen a la leche de las madres lactantes en cantidades clínicamente relevantes. La permetrina es preferible para las madres lactantes y embarazadas porque no es tóxica y su absorción a través de la piel es mínima (<2%).6 Sin embargo, suele ser necesario al menos un tratamiento adicional para tratar completamente la infestación.
La loción Sklice recientemente aprobada (ivermectina al 0,5%) puede utilizarse en niños a partir de seis meses. Un estudio reciente ha sugerido que una sola aplicación tópica de ivermectina mata a la mayoría de los piojos.7 Los investigadores descubrieron que el 94,9% de los pacientes tratados con ivermectina estaban libres de piojos un día después de la aplicación y hubo una reducción significativa del picor entre el primer y el segundo día en el grupo de ivermectina, en comparación con el grupo de control. La proporción de pacientes libres de piojos en el grupo de ivermectina fue del 85,2% en el octavo día y del 73,8% en el decimoquinto día. La eficacia continuada del tratamiento con ivermectina tópica dos semanas después de un único tratamiento sugiere que esta formulación tiene actividad contra los huevos de los piojos. Otro estudio de laboratorio reciente también lo sugiere. En este estudio, se aplicó ivermectina a los óvulos de los piojos y, aunque los óvulos eclosionaron posteriormente, todas las ninfas liberadas murieron rápidamente. La mortalidad de las ninfas se atribuyó a la parálisis del aparato bucal inducida por la ivermectina, que limitó gravemente o impidió por completo que las ninfas se alimentaran.8
Independientemente de la medicación que se utilice, si es que se utiliza, es necesario adoptar algunas medidas cuidadosas de control de la infección para evitar la reinfestación. Los óvulos pueden esconderse bajo las uñas de las manos y de los pies, por lo que es importante limpiar y tratar cuidadosamente esas zonas. Lave la ropa de cama, la ropa y los sombreros en agua caliente y con un ciclo de aire caliente en la secadora. Los artículos que no puedan lavarse pueden limpiarse en seco o colocarse en bolsas de plástico selladas durante dos semanas para dar tiempo a que se completen todos los ciclos vitales de los piojos. También se recomienda aspirar los suelos y los muebles para eliminar el pelo infestado.
Cada uno de los miembros de la familia implicados debe dedicar tiempo a peinarse en húmedo. Se trata de una eliminación mecánica de los piojos mediante el esfuerzo con un peine de dientes finos. Los peines de metal parecen ser más eficaces que los de plástico para este fin. Para realizar esta maniobra, el pelo debe estar mojado con un lubricante añadido, como acondicionador para el cabello o aceite de oliva. El cabello debe cepillarse o peinarse para eliminar los enredos. Introduzca el peine cerca de la coronilla hasta que toque suavemente el cuero cabelludo. Tire de él con firmeza hacia abajo y examine el peine en busca de piojos después de cada pasada. Hay que peinar sistemáticamente toda la cabeza al menos dos veces. Repetir el peinado hasta que no se encuentren piojos en cada sesión.
Si no se utiliza ningún pediculicida, puede ser necesario repetir las sesiones cada tres o cuatro días durante varias semanas. No se sabe con certeza la eficacia del peinado en húmedo cuando se utiliza en lugar de insecticidas tópicos. Los estudios existentes han utilizado una metodología defectuosa y han producido resultados contradictorios.
Sonia Shoukat, MD
Thomas W. Hale, Ph.D.
James Abbey, MD
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