Los Paisas surgieron primero como una milicia rural que surgió del ejército paramilitar desmovilizado de las AUC, con vínculos con la Oficina de Envigado, pero más tarde se convirtieron en una organización narcotraficante independiente. El grupo ha perdido poder y relevancia debido a las luchas internas en sus filas, así como a una brutal disputa con grupos competidores por el acceso a las rutas de contrabando hacia las costas colombianas. Muchos miembros clave han desertado a los rivales Urabeños, y es discutible que los Paisas sigan existiendo como una fuerza significativa.
Historia
Al igual que muchos de sus homólogos, el núcleo de los Paisas estaba formado por restos de los grupos paramilitares que se desmovilizaron durante un proceso de paz con el gobierno entre 2004 y 2006. «Paisa» es el apodo que se suele utilizar para los lugareños de Antioquia, y el bastión del grupo se concentraba en esa provincia. Diego Murillo, alias «Don Berna», otrora capo del hampa de Medellín, solía mantener grupos de matones urbanos y ex paramilitares en el campo para combatir a las fuerzas de la guerrilla, controlar las rutas del narcotráfico y, ocasionalmente, enfrentarse a líderes paramilitares rivales como Daniel Rendón, alias «Don Mario».
La red de Don Berna se denominaba Oficina de Envigado. Tras la extradición de Don Berna en 2008, las milicias rurales se separaron de la Oficina y empezaron a lanzar ofensivas cada vez más furiosas contra las fuerzas de Don Mario, que más tarde fueron apodadas los Urabeños, en honor a su corazón en la región de Urabá. Los Paisas y los Urabeños siguen enfrentándose incluso después de la detención de Don Mario en 2008.
Los Paisas reclutaron principalmente a soldados paramilitares que se desmovilizaron entre 2004 y 2006, y su modus operandi era similar al de un grupo paramilitar. Trabajando en su mayoría en pequeñas aldeas y pueblos, intentan controlar el flujo de drogas hacia la costa, donde las venden a organizaciones que tienen infraestructuras más grandes y pueden mover las drogas a nivel internacional. Las autoridades creen que esto incluye al sindicato criminal mexicano de los Zetas. También controlan el «microtráfico» en las zonas bajo su mando, además de extorsionar a las empresas y granjas locales.
Los Paisas eran conocidos por ser despiadados, eliminando a sus enemigos y, en ocasiones, a las familias de sus enemigos en un intento de infundir miedo. El grupo contaba con muchos jóvenes sicarios que se formaron en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En este contexto, los Paisas se propusieron destruir a los Urabeños a toda costa y habían llegado a acuerdos con otros grupos de narcotraficantes, entre ellos frentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Dirección
La dirección de los Paisas estaba formada originalmente por antiguos mandos medios de la red paramilitar de las AUC. Sin embargo, muchos de los principales líderes del grupo fueron asesinados o capturados.
El grupo también se ha visto afectado por una ola de deserciones. El comandante Ángel de Jesús Pacheco Chanci, alias «Sebastián», se fue para unirse a los Rastrojos en 2009, antes de ser asesinado por sus propios guardaespaldas en julio de 2011. Se cree que su facción de los Paisas, que trabaja junto a los Rastrojos, suministraba drogas al cártel del Golfo y a los Zetas.
La muerte de otro comandante de los Paisas, César Augusto Torres Luján, alias «Mono Vides», en octubre provocó más deserciones. Sus aliados Rafael Álvarez Piñeda, alias «Chepe», y Germán Bustos Alarcón, alias «El Puma», (capturado en septiembre de 2011) se fueron para unirse a los Urabeños. Fueron reclutados por un antiguo colega del Bloque Mineros de las AUC, Roberto Vargas Gutiérrez, alias «Gavilán». En la actualidad no existe un liderazgo visible, aparte de los líderes locales en las regiones donde los Paisas tienen operaciones.
Geografía
En el apogeo de su poder, el grupo operaba en siete departamentos, concentrados en el noroeste rural de Colombia. En 2009, las tasas de homicidio se dispararon en la mitad norte de Antioquia debido a los enfrentamientos entre los Paisas y bandas rivales como los Rastrojos, los Urabeños y las Águilas Negras. Esta disputada región es un corredor clave para los traficantes de cocaína y los cocaleros, ya que conecta con los océanos Atlántico y Pacífico.
Desde 2018, la Defensoría del Pueblo ha alertado sobre la presencia de Los Paises en Bogotá y Soacha, donde el grupo ha concentrado sus actividades principalmente en la distribución de drogas y el reclutamiento de menores para fortalecer su estructura. En los departamentos de Huila y Tolima también han crecido las actividades delictivas relacionadas con la organización.
Aliados y enemigos
Los Paisas son enemigos de los Urabeños, y luchan contra el grupo por el control y la influencia sobre el narcotráfico y otras actividades delictivas en la zona de Medellín.
Perspectivas
Los Paisas se han visto debilitados por las deserciones y las detenciones de sus líderes. Además, el grupo ha sufrido reveses al enfrentarse al grupo rival, los Urabeños, que han demostrado ser una organización mucho más fuerte. El declive del grupo ha dado lugar a actividades centradas en el control del microtráfico, especialmente en entornos urbanos y municipales, con pocas oportunidades de crecimiento.