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Un científico ha salido en defensa del hongo viscoso que se ha visto brotar de la pared de la cocina de un inquilino de Housing New Zealand.

Nicole Jenkins y sus cuatro hijos fueron desalojados de su casa estatal de Otara el martes tras la aparición del hongo. El moho también apuntaba a graves problemas de humedad en la casa.

Jenkins temía que uno de sus hijos pudiera envenenarse al comer el hongo de aspecto viscoso, o que éste pudiera estar liberando esporas tóxicas a través de su cocina. Housing New Zealand está investigando el asunto.

Pero el científico de LandCare Research, Peter Buchanan, ha salido en defensa de los hongos, que ha identificado como tapones de tinta, del género Coprinus.

«En defensa de los hongos sólo están haciendo lo que es natural, que es crecer donde hay comida disponible», dijo.

Los sombreros de tinta no son tóxicos, según Buchanan, que se especializa en hongos.

«Los hongos de sombrero de tinta son muy distintivos porque no duran mucho. Lo extraño de ellos es que se autodelican, lo que significa que se digieren a sí mismos – básicamente se desintegran en una tinta negra».

Los hongos se ven normalmente creciendo en el exterior sobre mantillo o tierra. Verlos creciendo en interiores es señal de que la madera está muy empapada.

«No se trata de un hongo invasor como la podredumbre seca, sino más bien de un síntoma de un problema subyacente de estanqueidad o de fugas en las tuberías», dijo.

«Hacen algo bastante útil en cierto modo, indicando que hay un gran problema en la pared. Cuando veas que la pintura se está ampollando y toques la pintura y la sientas blanda por detrás, absolutamente va a haber hongos creciendo, pero no son la causa del problema – son el síntoma.»

Las personas -especialmente los niños- no deberían vivir en una casa con paredes lo suficientemente húmedas como para que crezcan hongos, dijo.

La madera probablemente tendría que ser reemplazada por completo, añadió.