En la vida, tocamos a las personas más cercanas: nuestros amigos, familiares y parejas sentimentales. Es una señal de que hemos superado el nivel superficial y hemos alcanzado un vínculo más profundo con ellos. Para crear química romántica y confianza con una chica que acabas de conocer, es esencial romper la barrera del tacto.
En este artículo, aprenderás a tocar pronto, a tocar más y a tocar de la manera correcta.
Cuándo empezar a tocar
Tu mejor apuesta es crear una conexión física desde el principio, en el primer minuto o dos si es posible. Ya sea un simple apretón de manos introductorio, una rápida mano en el hombro o un emocionante choque de manos, es importante conectar pronto. Esto demuestra que eres amistoso y expresivo por naturaleza.
Cuanto más tiempo esperes para establecer el contacto, más incómodos os sentiréis los dos. Créeme por experiencia personal; sólo se hace más difícil a medida que pasa el tiempo. A medida que os vayáis conociendo, vuestras caricias deberían ser más personales e íntimas. Los pasos previos al beso deben ser naturales y no una muestra repentina de afecto. Hay que calentar las cosas antes de esperar un hervor.
Cómo tocar
La forma de tocar a una mujer refleja tus intenciones, tu personalidad y tus sentimientos hacia ella. Si tus caricias se parecen demasiado a los pinchazos, no estás transmitiendo el mensaje correcto. Tus caricias deben tener un poco de peso sin ser abrumadoras. Encuentra un equilibrio y ten cuidado con los dos extremos: el chico borracho que se inclina demasiado y el temido chico tímido que se queda colgado de la mano.
Tu contacto debe ser natural y fluir durante la conversación; los toques prolongados llaman la atención innecesariamente. Aunque te acerques, no le des importancia. Evita mirar tu mano en su hombro o intentar un obvio «inserte el toque aquí» después de una frase cursi. Utiliza tus manos de forma espontánea y no amenazante para demostrar que estás interesado pero no eres un robot.
Momentos para tocar
Las caricias deben convertirse en una parte genuina de quién eres y de cómo interactúas. Dicho esto, hay momentos más propicios que otros para crear atracción física. Si te cuesta dar el paso, recuerda estos momentos clave:
- Cuando ella se abre a ti o comparte algo sobre sí misma. Por ejemplo, le preguntas qué le apasiona y te cuenta que acaba de entrar en la facultad de veterinaria. Puedes felicitarla poniendo tu mano en su hombro mientras relatas lo mucho que quieres a Brutus, tu pastor alemán.
- Cuando está emocionada o se ríe. Di que la haces reír cuando admites que te apetece en secreto un Appletini en lugar de una cerveza artesanal. Dale un codazo en la cadera y dile en broma: «¡No se lo digas a nadie!».
- Cuando la lleves a algún sitio. Invítala a tomar algo, a sentarse o a salir a tomar el aire. Tómela de la mano o tóquele la parte baja de la espalda y guíela con usted.
Cuándo dejar de tocar
Respetar los límites de una mujer demuestra su conciencia social y consideración. Deje siempre de tocarla si se muestra incómoda, se aparta o expresa su desaprobación. Retira la mano de forma casual y retoma la conversación. No te lo tomes como algo personal, muchas veces es sólo porque ella no está preparada todavía. Continúa bromeando, haciéndola reír y reforzando la conexión. Puedes volver a intentarlo más tarde, cuando ella se haya calentado contigo.
Permanece atento a la segunda parte el miércoles, pero hasta entonces, ¿por qué no te pones un poco más manos a la obra?
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