Cuando el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, se dirigió al público esta semana, declaró el estado de emergencia por las preocupaciones que rodean el nuevo brote de coronavirus.
La medida siguió a otras similares de sus homólogos de Rhode Island, California, Nueva York y otros estados.
Hasta el miércoles, el estado había informado de 92 presuntos casos de COVID-19 en el estado. Setenta de los casos estaban asociados a una conferencia celebrada por la empresa de biotecnología Biogen del 24 al 27 de febrero en el Marriott Long Wharf de Boston.
¿Qué es en realidad un estado de emergencia?
El gobernador puede declarar el estado de emergencia en «el caso o la amenaza inminente de un desastre natural o provocado por el hombre», según el sitio web del estado. Concede al gobernador y a otros funcionarios estatales el poder de tomar decisiones que protejan al estado, y puede abarcar sólo un pueblo o ciudad determinada, varias comunidades o todo el estado.
El gobernador puede emitir órdenes ejecutivas que deben ser tratadas como ley, y anular las leyes existentes en todo el estado.
«Ordenar evacuaciones, implementar toques de queda o promulgar otras restricciones puede ser utilizado para proteger la salud y el bienestar públicos si se justifica», dice el sitio web del estado.
Un estado de emergencia no significa necesariamente una prohibición de viajar, aunque el estado dice que los funcionarios pueden implementar restricciones de viaje si es necesario.
¿Qué tan raro es?
La actual declaración de estado de emergencia es la primera en Massachusetts desde 2018. En marzo de ese año, se declaró el estado de emergencia debido a un nor’easter con fuertes lluvias, nieve húmeda y ráfagas de viento de 90 millas por hora.
La declaración sobre el coronavirus es la primera desde 2011 no relacionada con el clima. En septiembre y octubre de 2018 se hicieron dos declaraciones relacionadas con las explosiones de gas de Merrimack Valley.
Las otras nueve declaraciones de estado de emergencia -que se remontan a 2011- han estado relacionadas con tormentas. Las más notables son el huracán Irene, el huracán Sandy y dos declaraciones diferentes por la avalancha de tormentas de nieve de invierno en 2015.
El gobernador tiene la capacidad de poner fin al estado de emergencia cuando ya no es necesario. Cualquier prohibición de viaje o cierre que exista dentro de ese marco de tiempo puede terminar en diferentes momentos.
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