Los dientes de un caballo deben examinarse cada 6 meses

Al igual que los gatos y los perros, los caballos necesitan exámenes orales de los veterinarios. La salud de la boca de un caballo influye enormemente en su bienestar, comportamiento y rendimiento. El Dr. Dennis French, profesor que dirige el Departamento de Medicina Clínica Veterinaria de la Universidad de Illinois, ha atendido a muchos caballos con problemas dentales.

Un conjunto único de dientes

«Los dientes de un caballo salen continuamente de sus mandíbulas durante toda su vida», dice el Dr. French. Las especies que han evolucionado para alimentarse de hierbas duras, como los caballos, las vacas, los conejos y otros roedores, comparten este rasgo. Esta erupción continua de los dientes puede suponer un reto para estas especies.

Los dientes de los caballos están organizados en dos secciones: los incisivos y los dientes de la mejilla. Los incisivos se encuentran en la parte delantera de la boca del caballo y son los más fáciles de ver. Los dientes de la mejilla incluyen los premolares y los molares y se encuentran en los lados de la boca. Los incisivos agarran y desgarran el alimento, mientras que los dientes de la mejilla lo trituran.

«Los caballos mastican el alimento con un movimiento circular. Esto provoca un desgaste desigual de los dientes y pueden formarse varias puntas afiladas», explica el Dr. French. Si esto no se detecta y se corrige rápidamente, puede llegar a desgarrar la boca y dejar llagas, afectando a la capacidad del caballo para comer e incluso para rendir. Por esta razón, los caballos deben ser examinados por un veterinario cada seis meses, normalmente durante una revisión rutinaria de bienestar o cuando se administran las vacunas.

Este caballo está quidando, como indica la comida hecha bola en su boca.

Signos de problemas dentales

«Hay muchos signos de que un caballo tiene problemas dentales, algunos obvios y otros más sutiles», dice el Dr. French. Un signo obvio es el quidding. El quidding es el hecho de que un caballo mastique y haga una bola con el alimento en lugar de triturarlo como es habitual. Suele ser un signo de dolor en la boca. Otros signos evidentes son la caída del alimento al masticar, la secreción nasal, el mal aliento, la pérdida de peso y la hinchazón facial.

Los cambios de comportamiento o de rendimiento del caballo pueden indicar que existe un problema dental. Un caballo que siente molestias orales en la boca puede comportarse mal o rendir poco. «Si un propietario tiene problemas de disciplina en un caballo que está acostumbrado a la brida y la silla de montar, a menudo sospecho que el problema podría ser una cuestión de comodidad dentro de la boca», dice el Dr. French.

Detección del problema

Se debe realizar un examen oral para determinar si realmente hay un problema dental.

«Es muy importante no sólo mirar en la boca, sino también sentir», dice el Dr. French. Un veterinario sabe cómo examinar y palpar (es decir, sentir) de forma segura la boca del caballo para detectar cualquier problema o molestia. De este modo, el Dr. French se dará cuenta de si algún diente está suelto, falta o tiene bordes afilados. Localizar el problema es la mejor manera de determinar qué se puede hacer para solucionarlo.

Corregir el problema

Corregir un problema dental en un caballo se llama flotar los dientes.

«Flotar los dientes de un caballo significa limar o raspar los dientes para reducir los bordes afilados y hacer que la superficie sea más suave», explica el Dr. French. El veterinario lo hace con unas herramientas denominadas limas dentales, que son limas de metal en el extremo de un largo mango metálico que permite al veterinario acceder a la boca del caballo con seguridad. Cada una de estas limas viene en diferentes texturas, tamaños y formas con el fin de llegar mejor a un determinado diente.

La flotación de los dientes de un caballo arregla la desalineación o los bordes afilados que se han desarrollado. El caballo se sentirá mucho mejor, los síntomas disminuirán y los dientes del caballo no se verán perjudicados porque seguirán erupcionando.

«Aunque no todos los caballos necesitarán una flotación cada año, cada caballo debería ser revisado», dice el Dr. French. Al fin y al cabo, la prevención es la mejor medicina.

Si desea más información sobre la flotación de dientes o si ha llegado el momento de programar el examen dental anual de su caballo, póngase en contacto con su veterinario local.

Por Beth Pieper

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