Los arqueólogos en Egipto han descubierto docenas de gatos momificados junto con 100 estatuas doradas de madera de felinos y una estatua de bronce de una diosa de los gatos llamada Bastet. Estos artefactos fueron encontrados en el interior del complejo piramidal del Rey Userkaf en la necrópolis de Saqqara, un famoso cementerio de la antigua capital egipcia de Menfis, según anunció el Ministerio de Antigüedades del país.
Los egipcios momificaron millones de gatos en el Período Tardío, entre el 664 y el 332 a.C. Cuando los exploradores británicos saquearon Egipto en la década de 1890, enviaron muchos de ellos a casa para utilizarlos como fertilizante, llegando a transportar 180.000 momias de gatos en un solo barco. Las momias de gato descubiertas recientemente se encontraron en una tumba de la Quinta Dinastía del Reino Antiguo; al parecer, se trata de un caso en el que los egipcios reutilizaron una antigua cámara funeraria, dice Kara Cooney, profesora de arte y arquitectura egipcios en la Universidad de California, L.A., que no está involucrada en el descubrimiento.
«Las momias de animales son un fenómeno del Periodo Tardío realmente interesante», dice. «Es algo que aparece cuando los templos de Egipto se ven obligados a privatizarse».
Después de que el gobierno retirara la financiación de los templos, éstos se mantenían a través de un sistema similar a las indulgencias que la iglesia católica establecería siglos después. Los templos decían a la gente que podían hacer llegar sus mensajes u oraciones a los dioses si les compraban efigies físicas de los dioses, imbuían sus mensajes en las efigies y luego las devolvían a los templos para que transmitieran sus mensajes a los dioses.
Muchos dioses, como Bastet, tenían una forma o rasgos felinos, y esto llevó a los fieles a comprar, esencialmente, un montón de gatos muertos. Salima Ikram, profesora de egiptología de la Universidad Americana de El Cairo, ha demostrado que muchas momias de gatos murieron estranguladas.
«No conocemos todos los detalles de cómo funcionaba esta actividad de culto, pero yo supondría que los sacerdotes son los que matan a esos gatos», dice Cooney. «Muchos de ellos son gatitos jóvenes. Así que los crían en los templos, al parecer, y luego los estrangulan».
Además de las momias y estatuas de gatos, los arqueólogos encontraron estatuas y sarcófagos de madera pintados que representaban otros animales: un león, una vaca, un halcón, cobras y cocodrilos. Dos grandes escarabajos momificados estaban envueltos en lino y colocados dentro de un pequeño sarcófago decorado con escarabajos negros pintados (a diferencia de los de la película de 1999 La momia, los verdaderos escarabajos no comen carne humana). Los arqueólogos también encontraron amuletos, urnas cubiertas y capítulos del Libro de los Muertos.
Personalmente, Cooney cree que lo más interesante del descubrimiento son los escarabajos. «Sabemos que han existido, pero encontrar las momias reales de los escarabajos es muy interesante porque no se han conservado tan bien», dice. En cambio, las momias de gatos son tan frecuentes que se han convertido en una molestia para los arqueólogos en Egipto. Los investigadores también han descubierto momias egipcias de pájaros, perros, peces y escorpiones.
Si le parece que está oyendo hablar de un número inusualmente alto de descubrimientos egipcios últimamente, así es. Durante al menos los dos últimos años, el Ministerio de Antigüedades de Egipto se ha centrado en descubrir y publicitar nuevos artefactos como las momias de gatos y escarabajos para impulsar su otrora floreciente industria turística. Tras la Primavera Árabe y la revolución egipcia, el turismo internacional se redujo drásticamente, pasando de 14 millones de visitantes en 2010 a 5 millones en 2016, según el Banco Mundial.
Otros descubrimientos recientes en la necrópolis de Saqqara incluyen una tumba egipcia de 4.400 años de antigüedad que podría haber pertenecido a una sacerdotisa de alto rango y un antiguo taller de momias. Este año, los arqueólogos también han descubierto un sistema de rampas de 4.500 años de antigüedad utilizado para sacar piedras de alabastro de una cantera en Hatnub y tres momias flotando en aguas residuales en Alejandría, aunque en este último caso, el Ministerio de Antigüedades esperaba que hubiera algo más dentro.