Dado que las imágenes de ultrasonido no siempre detectan la enfermedad, encontrar otras formas de diagnosticarla puede ser útil para la investigación y la prevención futuras.
Estos hallazgos podrían «permitir el desarrollo de un método innovador, no invasivo y más reproducible para detectar la presencia de inflamación en la AR», señala el estudio.
Una posible limitación de estos hallazgos es el pequeño tamaño de la muestra, pero según el estudio, «los investigadores confían en que incluso si hubiera que incluir una muestra de mayor tamaño, los resultados seguirían siendo los mismos»
Tenga en cuenta que este estudio no le anima a dejar sus guantes de invierno en casa. Generar calor a propósito para calentarse es diferente del calor natural que se genera en los pacientes con síntomas inflamatorios. Pero, si empieza a notar cantidades irregulares de calor en sus manos u otras articulaciones, considere la posibilidad de preguntar a su médico sobre la posible conexión con la artritis reumatoide.
Ser consciente de la probabilidad de desarrollar la enfermedad puede animar a las personas a tomar medidas preventivas, como llevar una dieta antiinflamatoria o evitar ejercicios relacionados con la inflamación. Si ya se padece artritis reumatoide, sanar el intestino podría ayudar a reducir el dolor.