Langosta
Las langostas se reproducen sexualmente. Para ello, inicialmente, las hembras mudan su caparazón estacionalmente cuando están preparadas para aparearse. Como resultado, liberan feromonas en el agua para señalar a los posibles compañeros. Una vez que la hembra libera sus feromonas, todas las langostas macho que respondan competirán en una pelea submarina hasta que surja un compañero dominante. El macho que gane se llevará a su compañera a una cueva secreta para protegerla de los depredadores. Durante este periodo, ella es especialmente susceptible a los depredadores porque la muda de su caparazón la ha hecho más vulnerable en su entorno. En la cueva, el macho comienza la reproducción sexual con la hembra cuando introduce un par de plédodos en el estómago de la hembra. A discreción de la hembra, ésta libera sus huevos que se encuentran con el esperma que el macho liberó de sus pleododos.
La langosta hembra lleva los huevos en su interior durante 9-12 meses y luego durante otros 9-12 meses mientras están adheridos a los swimmerets bajo su cola por una sustancia adhesiva natural. Cuando eclosionan, la madre los libera abanicando sus nadadores, tras lo cual la hembra sustituye el caparazón mudado por uno nuevo.