- La isla de Komodo -hogar de los únicos dragones de Komodo salvajes del mundo- cerrará a los turistas durante un año, según informan los medios de comunicación locales.
- La noticia llega después de que la policía desarticulara el mes pasado una red de contrabandistas de lagartos que iban a vender 41 dragones de Komodo.
- Los dragones de Komodo son una especie protegida y están considerados como el mayor lagarto vivo del mundo.
- Se cree que su población en estado salvaje es de apenas 6.000 ejemplares.
La famosa isla indonesia de Komodo (hogar del dragón de Komodo) cerrará probablemente a los turistas después de que la policía desarticulara una red de contrabandistas de lagartos el mes pasado.
Según el periódico indonesio Tempo, el gobierno cerrará temporalmente la popular atracción turística en enero de 2020. No se ha anunciado una fecha de reapertura.
Durante el cierre, los conservacionistas examinarán el suministro de alimentos de los lagartos, trabajarán en la preservación de especies de plantas endémicas y estudiarán el entorno natural. Las autoridades de conservación esperan que el cierre ayude a aumentar la población de dragones de Komodo.
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El cierre se anunció después de que el Ministerio de Medio Ambiente y Bosques de Indonesia revelara que había desbaratado una red de contrabando que iba a vender 41 dragones de Komodo. Los lagartos se vendían por unos 35.000 dólares (500 millones de rupias) cada uno.
Los dragones de Komodo son una especie protegida y están considerados como el lagarto vivo más grande del mundo. Son capaces de crecer hasta 3 metros de largo y pesar hasta 90 kilos. Tienen saliva venenosa y pueden ser peligrosos, pero la World Animal Foundation calcula que sólo quedan unos 6.000 ejemplares en libertad, todos concentrados en el Parque Nacional de Komodo, en Indonesia.
Pero aún será posible ver al animal en 2020. Sólo la isla de Komodo -que tiene una población estimada de unos 1.800 lagartos de Komodo- se cerrará a los turistas. Será posible ver a los animales en otras partes del parque nacional, incluidas las islas Rinca y Gili Motong.
No es la primera isla turística popular que cierra por motivos de conservación. En 2017, Tailandia cerró indefinidamente cuatro de sus islas para proteger los arrecifes de coral del exceso de turismo.