El entrenamiento básico de los saltadores y los cazadores es en realidad más similar que disímil. Ambos requieren una base sólida en términos de trabajo plano. En ambos casos, el caballo deberá ser flexible, atento, equilibrado, entrenado y cooperativo. Obviamente, sin embargo, la caza y el salto son especialidades diferentes, y más allá del entrenamiento básico, habrá distinciones clave en términos de cómo se entrenan y juzgan los dos.

Diferencias en cómo se entrenan los dos

Los saltadores necesitan un mayor nivel de equilibrio que los cazadores para que el caballo sea capaz de utilizar plenamente su rango de habilidad y alcance. Por lo tanto, se les entrena sobre postes de tierra en un esfuerzo por desarrollar su capacidad de reaccionar adecuadamente a diferentes situaciones. También necesitan un mayor grado de aptitud para el viento, ya que el salto implica una mayor actividad, que podría dar cuerda a un caballo no apto. Cuanto más adaptado al viento esté un saltador, más limpios y rápidos serán sus saltos al máximo nivel. Por eso, los entrenadores ponen a sus saltadores en una pendiente con mayor velocidad cuando están en la cinta para que desarrollen la fuerza del viento además de la fuerza del cuarto trasero.

Además, el jinete y el saltador suelen someterse a una serie de gimnasia para mejorar su equilibrio. Esta gimnasia puede considerarse un entrenamiento de la fuerza y permite al jinete encontrar una distancia adecuada a su caballo mientras trabaja su propia forma para el salto. La gimnasia también ayuda al grado de control que un jinete tiene sobre su caballo.

Los cazadores, por otro lado, necesitan estar relativamente más en forma muscularmente. La cinta de correr se utiliza generalmente para desarrollar la fuerza del núcleo de estos animales. Cuanto más fuerte sea el caballo, más podrá relajarse y prepararse para la exhibición. Además, mientras que en el salto el jinete ofrece más órdenes al caballo, el jinete no puede interferir abiertamente en los movimientos del cazador. En cambio, tiene que reconocer el equilibrio, el ritmo y la rectitud del cazador, y así hacer los ajustes necesarios.

Diferencias en la forma de juzgar a ambos

El juicio de los cazadores es mucho más subjetivo que el de los saltadores. Los jueces utilizarán su experiencia personal para puntuar a los cazadores sobre la base de su movimiento y estilo, la calidad de las rondas, la confirmación y, finalmente, el rendimiento general. En comparación con esto, la puntuación de los saltadores es más bien objetiva y se lleva a cabo basándose en los errores que se hayan podido cometer durante la actuación.

Esto significa que la diferencia más primaria en el juicio se basa en el gusto personal. Un saltador siempre ganará basándose en la limpieza de su ronda, independientemente de lo que los jueces puedan pensar de su estilo. Las clases de caza, por otro lado, están pensadas para ser algo más artísticas, por lo que los caballos se juzgan basándose en elementos más subjetivos como los modales, los aires y el estilo de salto. Aquí es más importante tener interés en el proceso artístico y detallado de crear una buena actuación que le satisfaga personalmente a usted y a los jueces.

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