La última entrega -la dieta 10:14- se centra en consumir todas tus comidas en una ventana de 10 horas, antes de ayunar durante 14 horas. Por ejemplo, si su primera comida es a las 7:00 de la mañana, tendría que terminar su última comida a las 5:00 de la tarde.
Y los hallazgos publicados en Cell Metabolism sugieren que este plan de alimentación tiene cierto mérito.
Después de reclutar a 19 adultos con sobrepeso y con niveles elevados de azúcar en la sangre, colesterol y presión arterial alta, los investigadores los sometieron al enfoque alimentario durante tres meses.
«Normalmente, la gente opta por una ventana de alimentación de 8 a.m. a 6 p.m.», dice la Dra. Pam Taub, autora del estudio y cardióloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.
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Los voluntarios se aseguraron de estar bien hidratados durante el periodo de ayuno. No sólo registraron el horario de sus comidas, sino también sus hábitos de sueño.
Los resultados fueron extremadamente positivos.
«Observamos una reducción del 3% en su peso y del 4% en la grasa visceral abdominal», continúa Taub.
«No les pedimos que cambiaran lo que comían», explica. Sin embargo, dado el menor margen de tiempo para consumir alimentos, el grupo ingirió casi un 10 por ciento menos de calorías.
No fue sólo una mejora en la balanza. «Vimos que los niveles de colesterol mejoraron y la presión arterial también».
«Nos sorprende que este pequeño cambio en el tiempo de consumo de alimentos les proporcionara un beneficio tan grande», añade Satchidananda Panda, coautor del estudio y profesor del Instituto Salk de Estudios Biológicos.